Años y años lleva Gijón escribiendo capítulos de la historia de un nuevo Plan General de Ordenación, tras la anulación judicial de los planeamientos de 2005 y 2011. Una tramitación tan larga y compleja como la que ha rodeado el plan de vías. Pero a ambas historias les puso el Pleno esta semana un punto y seguido más que significativo. Sin votos en contra pasó su penúltimo trámite municipal el PGO y la unanimidad avaló el nuevo convenio sobre el proyecto de integración ferroviaria. Ambas iniciativas fueron presentadas a la Corporación por Fernando Couto, edil de Actividad Económica y Desarrollo Urbanístico, hombre fuerte del gobierno de Foro y una de las opciones que están en los mentideros para sustituir a Carmen Moriyón al frente de una nueva candidatura forista a la Alcaldía de Gijón. Ingeniero y empresario, este gijonés del 74 ha festejado a San Pedro en plena resaca de un Plan que le garantiza cerrar este mandato con un documento urbanístico que traiga a Gijón al siglo XXI desde 1999.

- ¿Contento?

-No estoy contento, estoy muy contento. Sobre todo por la forma en que se desarrolló el acuerdo. Han sido más de cuatro años desde que Lucía García (la anterior edil de Urbanismo de Foro) empezó a tramitar el Plan General y ahora, con la Corporación más plural de la democracia, se aprueba el documento sin que nadie vote en contra. Eso hace que trascienda a este gobierno y que lo blinde en sus diez años de vigencia. Da a la ciudad tranquilidad y estabilidad para que se puedan acometer inversiones económicas y ambientales.

- Da por imparable el proceso pero aún queda pasar por la CUOTA

-Con la CUOTA, como con el órgano ambiental o con Cultura y Patrimonio para los temas del Catálogo, ya hubo reuniones técnicas y políticas. Se les trasladaron cuestiones en las que había dudas para que nos dijeran cómo se tenían que abordar y se respetó lo que dijeron. Fueron muy claros, por ejemplo, con que se tenían que incorporar tal y como están las aprobaciones vigentes las actuaciones supramunicipales como Zalia, Nuevo Roces, Ecojove... Estoy seguro de que el Principado nos va a devolver el documento antes de los cuatros meses que tiene de plazo la CUOTA. Tengo la percepción de que el PGO se aprobará definitivamente en Pleno antes de diciembre.

- ¿Qué ha perdido Gijón por no tener un Plan?

-La realidad es que lo que está vigente hoy es un Plan de 1999. Eso significa, por poner un ejemplo, que los bajos del Molinón está fuera de ordenación. Si alguien quiere hacer una obra eso no está recogido en ningún planeamiento. Además hay proyectos que están pendientes de que se apruebe el Plan para hacer la inversión. El edificio de los militares, por ejemplo. O El Rinconín. Donde en cuanto se apruebe el PGO estoy seguro de que veremos instrumentos de inversión que harán que se desarrolle rápidamente.

- Dicen del nuevo Plan Urbano que "no es de nadie y un poco de todos". ¿Cuando algo vaya mal las culpas también serán de nadie?

-Las culpas son siempre del gobierno. Eso lo tengo claro. Ahora bien, es un plan que recoge cuestiones de todos. Del PP y Ciudadanos en El Rinconín, de IU con sus sugerencias sobre la zona rural, del PSOE en cuestiones que tienen que ver con la zona del naval, los equipamientos, el Parque Científico... Y en cuanto a Xixón Sí Puede ha sido una actuación transversal, comprometida y valiente sobre muchos espacios que quizás los ciudadanos no vean plasmada desde el punto de vista de una edificación pero si en materia medioambiental o de movilidad.

- ¿Fue un ejercicio de generosidad extrema por su parte decir en el Pleno que este PGO lleva el sello de David Alonso (edil de Xixón Sí Puede)?

-David Alonso es un responsable de urbanismo de la oposición que mantuvo siempre un espíritu constructivo. En este despacho (el que tiene el edil de Foro en la última planta de la Casa Consistorial ) estuvimos reunidos más de 30 veces. Hablando sólo de urbanismo. Punto. Nada colateral. Además hablar con él tenía el peso de saber que hablabas con el representante de un grupo municipal con el que se podía alcanzar la aprobación del Plan al sumar una mayoría de 14 concejales.

- No era lo mismo con IU, claro.

-Aurelio Martín (portavoz municipal de IU) fue valiente. Dimos una rueda de prensa conjunta con la que rompimos barreras y nos dimos públicamente la mano durante la aprobación inicial en un gesto político de calado. Quisimos demostrar todos que se iba a dotar a Gijón de un Plan del siglo XXI que va a permitir que la ciudad crezca porque Gijón va a crecer.

- Alquien vería en su relación con Alonso el ejemplo perfecto de ese gobierno compartido entre Foro y Xixón Sí Puede que muchos han denunciado en Gijón.

-No es así, con carácter general con XSP hubo más desencuentros que encuentros. La prueba es que de tres presupuestos se aprobó uno y las muchísimas diferencias que hay en programas económicos, sociales... Pero en urbanismo todos fuimos conscientes de lo que se jugaba la ciudad y consecuentes con lo que se dijo en campaña electoral, que Gijón tenía que tener un Plan y cuanto antes.

- ¿Cómo valora el paso dado por el PSOE al ir del habitual no a la abstención?

-Muy positivamente. No es un paso pequeño es un paso muy grande. El portavoz socialista ya dijo que ellos tienen un modelo urbanístico distinto pero que entendían que las enmiendas que se les habían aceptado les permitían cambiar de posición. Es algo muy importante que esta Corporación envíe al Principado un documento sin votos en contra. Un documento con el voto favorable de cinco de los seis grupos y de 20 de los 27 concejales. Este Plan va a permitir a Gijón crecer mucho.

- ¿Sólo el Plan?

-El Musel, el Parque Científico y la integración ferroviaria son cuestiones, que junto a este Plan General, permitirán que Gijón abandone una etapa en la que, bien por la crisis o por las anulaciones judiciales, no se captaron inversiones importantes en el municipio. Y no sólo se trata de construcciones, también en lo ambiental. La operación de Arcelor repoblando 65 hectáreas es hablar de muchos metros cuadrados y de una inversión millonaria para proteger cuatro áreas ambientales.

- ¿Hubo algún momento en que pensó que la tramitación encallaba, que no habría Plan?

-Teníamos claro que había que aprobar el Plan y hacerlo antes de que entrara 2019. Hubo cinco meses de exposición pública, en dos etapas, y muchísimas reuniones pero siempre pensando en aprobarlo en 2018. En urbanismo hay que hacer las cosas sin prisa y buscando el momento en que todo el mundo pueda levantar el brazo favorablemente. Yo tengo la percepción de que en este asunto se hizo un ejercicio de oposición constructiva.

- Pero sabe que ni haberse reunido tanto ni haber tenido el documento expuesto tantos meses le garantiza que no acabe en el juzgado.

-Y seguro que alguien lo lleva, no hay planeamiento en España que no vaya al juzgado. Pero con el síndrome del plan anulado que pesa sobre este Ayuntamiento los técnicos han hecho un trabajo jurídico excepcional. Además, hay cuatro informes externos que avalan la corrección de la tramitación y se volvió a hacer una exposición pública ante la incorporación de cambios significativos. Es difícil hacer más. Otra cosa es que no puedes asegurar que el Plan no tenga denuncias. Decir lo contrario sería engañarnos, aunque los técnicos entienden que este documento ha nacido con un soporte jurídico que lo hace más blindado que los anteriores.

- La resolución de algunos asuntos no contenta a los afectados. Por ejemplo, con el urbanizable de Cabueñes.

-El Muro de Cabueñes se derriba. Se pasa de hacer vivienda colectiva en altura a 95 viviendas unifamiliares. Había planteamientos ya aprobados que indicaban que lo más razonable era mantener el plan parcial y se buscó llegar a un punto de equilibrio.

- Usted cree que estarán contentos los vecinos de la zona rural.

-Creo que sí. Hemos aceptado alegaciones que suponen la inclusión de parcelas en los núcleos rurales y entendemos que se han fijado medidas que se corresponden con las reivindicaciones históricas de la zona rural en cuanto a parcelaciones o posibilidad de edificar. Se trata de fijar población en la zona rural, que es lo que quieren ellos. Nadie quiere especular.

- Ampliación del Parque Tecnológico, un espacio productivo vinculado al mar en Naval Gijón, i ndustrias no contaminantes en el suelo de Mina La Camocha... ¿Es una apuesta por cambiar la tipología del motor económico del Gijón industrial?

-La industria tiene un peso importantísimo en la riqueza de Gijón pero ingenierías y firmas tecnológicas hacen que Gijón se proyecte como una ciudad en la que se puede invertir. Este Plan debe permitir que la inversión vuelva a Gijón. Ese es el mensaje, que Gijón es un espacio atractivo para invertir, para innovar. El Parque Científico es una referencia nacional pero hay que dar un paso más y por eso La Camocha o Naval Gijón.

- En paralelo al Plan General se avanza en el plan de vías. La última aprobación plenaria ha sido por unanimidad.

-Estamos hablando de una inversión milmillionaria, son 1.006 millones en total, y estamos hablando de que subir en Llamaquique y bajar en Cabueñes en menos de media hora es algo que cambia el concepto de centralidad, la movilidad y vertebra el área metropolitana por la que se está trabajando. Es excepcional y se ha conseguido por unanimidad. Ese mensaje de unidad tiene un valor exponencial cuando hay que ir a negociar o reclamar a otras administraciones. Gijón consiguió el plan de vías, primero, cuando se plantó en el Principado con el respaldo municipal y, luego, cuando Gijón y Asturias se plantaron juntas de la mano en Madrid. Entendieron en el Ministerio que ellos no podían ser el elemento discordante.

- ¿Y ahora con los cambios en Madrid?

-El nombramiento de Isabel Pardo como nueva presidenta de Adif es, a priori, una garantía. Ella fue la directora general que redactó los proyectos de la integración ferroviaria de Gijón, fue su cabeza pensante junto al Ayuntamiento. Es solvente y conoce el proyecto como la palma de su mano. En cuanto al nuevo ministro damos por hecho que el Gobierno de Sánchez se comprometerá con lo aprobado.

- No hay miedo entonces a que se rompa el idilio que se tuvo con Fomento a través de Íñigo de la Serna.

-Bueno, con De la Serna vale eso que se dice de los amores reñidos. Hubo momentos buenos y menos buenos. De la Serna tuvo que asumir que habías cosas que dependían del voto del diputado de Foro en Madrid y quizás podía no haber presupuesto. El trabajo de Isidro Martínez Oblanca fue excepcional y permitió en ocasiones inclinar la balanza hacia donde quería el Ayuntamiento.

- ¿Tiempos?

-Nosotros estamos a la espera y lo que quedan son deberes de otras administraciones: el convenio del plan de vías tiene que pasar por el Consejo de Gobierno del Principado y el Consejo de Ministros. Y luego será la licitación del proyecto de soterramiento que ya tiene todo preparado. No, no, no... esto no puede pararse y no se va a parar.

- No todo van a ser alegrías. ¿Augura unas semanas duras que puedan terminar en que no se apruebe el Plan Económico Financiero impuesto por el incumplimiento de la regla de gasto?

-Vamos a esperar. Igual estoy equivocado pero tras más de tres años aquí tengo la idea de que en las cuestiones de calado la corporación ha sido bastante responsables. La concejala Ana Braña va a hablar con los grupos y esperemos a ver lo que se presenta y lo que se puede incorporar. Yo no quiere aventurar que todo tiene que ser no. Al fin y al cabo es un plan económico en que se fijarán prioridades porque lo pide Hacienda. Queda mucho hasta el 18 de julio. A veces lo que nos separa no es tanto como se puede pensar.

- Plan General aprobado, plan de vías en marcha... No es mala tarjeta de presentación si se quiere ser candidato a la Alcaldía de Gijón.

-Extrapolar una cosa con otra es un error, a mi modo de ver. Yo lo que puedo decir es que después de los congresos de septiembre Foro va a presentar un proyecto que va a permitir ampliar el abanico de votantes que nos permitió ganar las elecciones de 2015.

- Mi pregunta buscaba una reflexión más personal

-Aquí no hay nada personal. Todo es desde el punto de vista institucional.

- Intentémoslo de otra manera. ¿Cumplirá su anuncio de dejar la política tras ocho años de ejercicio?

-Yo lo que digo desde hace tiempo es que tras los congresos será el momento de trasladar a los compañeros y a los afiliados lo que se vaya a hacer, en un sentido o en otro. Y a partir de ahí... Me apellido Couto y soy medio gallego... no le voy a decir nada más.