Conocida actualmente como Tarfaya, la antigua capital del Cabo Juby era Villa Bens y sus escasos 10.000 habitantes se repartían en más de 30.000 kilómetros cuadrados de extensión. Por su ubicación en el sur de África, no obstante, pronto se convirtió en una interesante zona estratégica y según José María Pérez Arias, el último ponente de esta temporada en el Club de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, el del Cabo Juby fue "uno de los protectorados españoles menos conocidos".

Los conflictos territoriales en el Cabo Juby, según explicó el experto se remontan al siglo XVIII, cuando Marruecos reconoció por escrito al monarca Carlos IV no tener soberanía en la zona. A finales del siglo siguiente, una empresa británica estableció en las proximidades de Villa Bens un puesto denominado Port Victoria, construido por albañiles de Lanzarote, que tuvo el único faro de la época de toda la costa africana entre Tánger y Dakar.

España entra de nuevo en el juego territorial en 1912, año en el que se negoció con Francia algunas concesiones de la zona sur de Marruecos, entre ellas el Cabo Juby, con la intención de ampliar su dominio en el Sáhara español. En este documento, no obstante, se recoge también que al término del protectorado español el territorio acabaría en manos en Marruecos, un trato "incompresible", según Pérez Arias, si se tiene en cuenta el primer documento citado en el que se reconocía explícitamente la falta de jurisdicción marroquí sobre el territorio. Fue así como en 1916 el capitán Francisco Bens ocupó la zona, que tomó de su fundador el nombre de su capital.

Más allá de los quebraderos de cabeza que provocó en material legal el territorio a todas las partes interesadas, el Cabo Juby fue una interesante zona estratégica para Europa. En su aeródromo, punto de escala para cada vez más vuelos postales y comerciales, llegó incluso a aterrizar el piloto y escritor Antoine de Saint-Exupéry, autor del célebre "El Principito". Como era de esperar, la historia del ponente no podía tener un final feliz. España perdió el territorio a manos de Marruecos el 10 de abril de 1958. Se mantienen, no obstante, y así lo mostró el ponente en su selección de diapositivas, gran parte de las edificaciones levantadas por los militares españoles.