"No me encuentro nada bien". Con estas palabras irrumpió ayer, cuchillo en mano, un gijonés de 60 años en una sucursal bancaria de la calle Gran Capitán, en El Cerillero. Según explicaron los testigos a los agentes de policía, el varón aseguró que con su comportamiento buscaba "llamar la atención" de las autoridades para forzar su ingreso hospitalario. De hecho, tras la llegada de los agentes el propio afectado confesó lo sucedido y reconoció haber guardado el arma en la espalda. Fue ingresado, tal y como había demandado desde un principio, en el área psiquiátrica del Hospital de Jove.

Según explicaron ayer fuentes policiales, la alarma saltó alrededor de las 11.30 horas y, al tratarse de un hombre armado en el interior de una sucursal bancaria, se activó el protocolo de atraco con violencia. A la calle Gran Capitán se trasladaron entonces varios agentes uniformados y de paisano pero, antes de entrar a la oficina, el propio afectado salió por su propio pie y sin mostrar ningún signo de violencia. De hecho, y siempre según estas mismas fuentes, el hombre llegó a prevenir a los agentes "para que no se cortasen" con su cuchillo de cocina, que para entonces ya había guardado en la espalda, bajo la ropa.

El vecino de 60 años explicó que su comportamiento era una mera "llamada de atención" para provocar su ingreso en el Hospital de Jove, de donde habría sido dado de alta el día anterior pese a "no encontrarse nada bien". Los agentes, por tanto, llevaron al presunto enfermo directamente de nuevo al centro y recogieron después los testimonios de la directora del banco y de varios trabajadores. Todos ellos incidieron en que el varón no les había amenazado en ningún momento, aunque sí había dicho en alto que "todos los bancos son unos ladrones". Según los vecinos del barrio, el varón es conocido en la zona y llevaba deambulando por las calles durante toda la mañana "pidiendo dinero para un café".