La artista sevillana María Bejarano (1971) dejó una grata impresión entre algunos aficionados cuando expuso en Gijón, en marzo del año pasado, una breve muestra de su serie "Habitar el reflejo". La pintora daba allí curso a un registro onírico a través de visiones urbanas de ciudades como Venecia, Londres o Madrid. Y lo hacía, además, mediante la técnica del óleo sobre cristal. Vuelve ahora esta creadora a la sala Adriana Suárez, donde está previsto inaugurar mañana (20,00 horas) "Luz de sal".

Se trata de una muestra compuesta por una veintena de piezas en las que su autora mantiene su gusto por la investigación, con el uso de técnicas mixtas sobre metacrilato y lienzo. Y ofrece una pintura en la que el mar alcanza un notable protagonismo: visiones acuosas ciertamente coherentes con lo que la propia pintora ha denominado, en alguna ocasión, como "figuración libre".

Licenciada por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, María Bejarano amplió estudios en Italia y el Reino Unido. Tiene obra en algunas importantes colecciones privadas e institucionales. Avecindada en Madrid, la artista se ha mantenido fiel a una investigación plástica en la que tienen gran importancia los usos cromáticos y los soportes sobre los que se despliega la obra. Son piezas en las que los materiales pictóricos se resuelven en una lírica visual de gran belleza.