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Con madera de artistas

Los alumnos de una escuela de talla exponen un centenar de obras decorativas y muestran "la versatilidad de este oficio"

La obra "El gordo y el flaco", de Isaac Alonso. ÁNGEL GONZÁLEZ

A golpe de gubia y mazo, cincuenta alumnos de la escuela gijonesa Asturtalla trabajaron durante los últimos meses en la elaboración de un total de 90 ornamentos de madera. La colección, expuesta con entrada gratuita en el salón de actos de la Caja Rural de Gijón de la calle Infancia, sirve de prueba, según los responsables del centro, de la "versatilidad desconocida" del arte de la talla.

Los alumnos de la escuela son igual de variados que sus estilos. "La talla es una actividad muy propia de los jubilados, porque cuando se retiran y se ven con tanto tiempo libre suelen caer en este tipo de actividades más relajadas. Pero tuvimos en clase a médicos, consejeros, grandes comerciales. Muchos adultos, para aliviar su alto nivel de estrés, encuentran en la talla una forma de relajarse y, de paso, construir parte del mobiliario de su casa", explica Federico Oña, fundador de la escuela que alberga la exposición.

Aunque cada tallista evoluciona a su propio ritmo y encuentra poco a poco el estilo que más se ajusta a su gusto, hay ciertos alumnos que ya han encontrado su "marca" personal. Es el caso de Tomás Suárez, ingeniero de minas. "Lo metódico de su trabajo se traslada también a su obra. Es un gran detallista", apunta Oña. Una de sus obras más aclamadas es una pieza decorativa que muestra una pequeña rosa en relieve. Otro de los alumnos que más innova en sus trabajos es Isaac Alonso, que destaca por incorporar en sus tallas algunas partes móviles o placas de sonido. Es el caso de su obra "El gordo y el flaco", en la que uno de los personajes goza de un brazo móvil que sube y baja, señalando a su compañero.

La talla tampoco entiende de edades, y una de las tallistas de la escuela más veterana es la septuagenaria Ada García. "Ha elaborado con todo el mimo del mundo un gran baúl de madera para sus tres nietos. Lo complicado probablemente haya sido explicarles que hasta que no termine esta exposición no lo van a poder usar", bromea la profesora Janet Núñez. "Tenemos espejos, bases para dejar las llaves, mesas de salón, cuencos para dejar el pan... La versatilidad de este oficio es algo que muchos todavía desconocen", añade. La colección estará disponible hasta el día 20 de este mes.

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