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Los mayoristas abogan por convertir el matadero local en un gran complejo cárnico

El matadero "tiene futuro", defienden los empresarios regionales, que pretenden centralizar las ocho salas de despiece de Asturias en Gijón

Una sala de elaboraciones. F. G.

El macelo de Gijón, pese a necesitar más de dos millones de euros para reformar sus deterioradas instalaciones de Granda, "tiene futuro". Así lo cree la Asociación de Mayoristas, Mataderos y Salas de Despiece de carne de Asturias (AMCA), que propone centralizar los ocho mataderos del Principado en las instalaciones gijonesas. "No tenemos nada que envidiar a los macelos del resto de Europa, pero nos falta unión y tecnología. Con uno solo mejoraríamos en servicios, seríamos más competitivos y podríamos exportar carne en grandes cantidades", defiende el presidente de la asociación, Manuel del Busto Álvarez.

Según el gremio de mayoristas, el matadero de Gijón "reúne todas las condiciones" necesarias para poner en marcha un "complejo único", con el que sueña desde "hace diez años". El macelo municipal, con 75 trabajadores, está ubicado en una parcela en Granda de 22.000 metros cuadrados y la superficie construida hasta ahora es de 4.660. Además, los gestores de la planta, la Cooperativa de Agricultores de Gijón, pretenden comprar los terrenos colindantes de La Riega para ampliar el negocio. "Con ocho macelos dispersos por la región es imposible competir en España", insiste Del Busto, que considera un "sinsentido" tener "diez depuradoras con problemas cuando podíamos tener una dotada de la última tecnología".

Pero antes de ese gran proyecto, el matadero de Gijón debe renovar su equipamiento. De hecho, sus gestores urgen al Ayuntamiento medio millón de euros para reformar el sistema de frío de la nave y solventar una avería eléctrica. De dicha inversión depende incluso su supervivencia. Asimismo, la Cooperativa pide más de medio millón para 2019 para construir, entre otras cosas, una depuradora. Esta obra es imprescindible para que la instalación obtenga la licencia de actividad, de la que carece desde 1997.

El colectivo de mataderos de Asturias asegura que los macelos "cumplen estrictamente con las normativas europeas de seguridad alimentaria" y "son un ejemplo a nivel nacional en sus servicios". Sobre la crisis del macelo de Gijón afirman que "es responsabilidad de todos los grupos políticos encontrar una solución para el futuro del sector".

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