Las obras en la calle Ramón Areces no acaban de convencer al barrio de Pumarín. Según aseguró ayer el presidente de la asociación vecinal, Esteban Calleja, el "chapucero" acabado de las aceras y la ausencia de un paso señalizado para acceder al centro comercial demuestran que "el Ayuntamiento no atiende a las necesidades reales de los barrios". "Ignoran la calle que habíamos pedido que se arreglase y se meten a hacer obras en otra que, encima, se están haciendo mal", lamentó Calleja en una rueda de prensa convocada junto al edil socialista César González.

En realidad, los vecinos habían solicitado al Consistorio que se terminasen las obras en la calle Río de Eo: "Está hecha un pantanal y es probablemente la zona más comercial del barrio. Arreglar esas aceras figuraban en el plan de reformas de vías y aquí seguimos, esperando".

González, por su parte, criticó el "desnivel" de las aceras recién reformadas, "grietas en los alcorques de los árboles" y que el pavimento direccional de peatones con discapacidad visual esté "rebozado de hormigón". "La obra, adjudicada en diciembre de 2017, tenía un plazo de ejecución de tres meses que se han convertido en seis y con un resultado lamentable. Es la enésima chapuza de Foro", critican.