El sol bañó ayer la costa gijonesa en el día más caluroso de lo que llevamos de verano: se superaron los 26 grados. Turistas y vecinos de Asturias se lanzaron a las playas de la ciudad, encantados con el segundo día consecutivo de tiempo totalmente veraniego: en torno a 65.000 bañistas llenaron todos los arenales gijoneses, unos 40.000 de ellos en San Lorenzo, según estimaciones de Vigilancia y Salvamento.

"Ayer me bañé cuatro veces y hoy (por ayer) dos", cuenta Ángeles Candás, una vecina de Gijón, que lamenta que se acabe lo bueno. "Después de cuatro días seguidos viniendo a San Lorenzo, a saber cuándo volvemos", asume entre risas. El mal tiempo vuelve hoy a Asturias y no se prevén altas temperaturas hasta la tarde del jueves, según las agencias meteorológicas. Si se cumple lo previsto, solo lucirá el sol de jueves a sábado, cuando se esperan lluvias nuevamente e incluso tormentas el domingo.

Los vecinos también agradecen el impacto que el turismo deja en la ciudad, aunque cambia día a día dependiendo de la situación meteorológica. "Estamos encantados de que vengan forasteros", comenta el gijonés Ángel González, recalcando la importancia de este sector para la economía gijonesa. Esto bien lo saben Ana y María José Corrales, hermanas que regentan un pequeño negocio de refrescos y helados ubicado cerca de la escalera 7 de San Lorenzo. La venta de estos productos, como es lógico, desciende con las lluvias y las bajas temperaturas. "Si viene mal tiempo, la diferencia es abismal", explican.

En este verano han tenido días de escasas ventas a causa del mal tiempo, "pero días como este, con tanto sol, son los verdaderamente buenos para el negocio". Como prueba, afirman que en días así, "abrimos a las once de la mañana y a las doce de la noche aún viene gente a comprar".

Este periodo veraniego ha sido más convulso de lo normal para estos pequeños negocios. El impacto que produjo el episodio de contaminación de la playa de San Lorenzo no solo repercutió en la diversión de los bañistas, sino también en las ventas de los establecimientos hosteleros. "Influyó muchísimo en el número de clientes", comenta María José Corrales. Según esta hostelera, aún hay vecinos reticentes a bañarse. "Muchos de ellos se han ido a Poniente, y siguen sin confiar en la limpieza del agua", afirma, aunque los niveles de contaminación ya están por debajo del límite establecido.

Ayer se detectaron temperaturas superiores a los 26 grados en las playas gijonesas, alcanzando el agua los veinte. "Después de tres días de buen tiempo, hoy es en el que más afluencia ha tenido", afirmaban en Salvamento.

El sol remitirá hoy, según las previsiones, que anuncian posibles intervalos nubosos y chubascos. Eso sí, las temperaturas seguirán por encima de los veinte grados. Aunque todo es posible, y quién sabe si "Lorenzo" volverá a llenar su playa.