La tristeza ha inundado a los feligreses de la parroquia de San Pablo Apóstol, en el barrio del Polígono, al conocer la decisión del Arzobispado de Oviedo de sustituir a su presbítero Luis López Menéndez, vinculado al templo desde junio de 2015. "Llevábamos 30 años de precariedad, sin vida, la parroquia estaba muerta hasta que llegó don Luis y nos devolvió la ilusión y la esperanza, pero ahora, de golpe y porrazo, nos lo quitan; no nos gusta la decisión porque es un paso atrás", lamenta Mercedes Prieto, miembro de la comunidad parroquial. No obstante, desde el Arzobispado defienden que la decisión no ha sido algo unilateral y que se realizó tras mantener un diálogo con el sacerdote.
Lejos de crear polémica, desde la comunidad parroquial pretenden con su movilización concienciar de la necesidad de la continuidad de Luis López Menéndez al frente de la parroquia, un cura que ha logrado volver a llenar el templo de feligreses "gracias a su esfuerzo, trabajo, calidez en el trato, su humanidad y don de gentes". "Don Luis nos devolvió a la vida cuando llegó y ha reforzado la comunicación entre la iglesia y el barrio, que antes no existía, atrayendo a muchas personas que antes no venían a misa porque poco a poco han ido confiando en él; es injusto", incide Mercedes Prieto, que asegura que sus homilías eran seguidas "con atención por la verdad y fe que encierran".
Antes esta situación optaron por enviar una carta al Arzobispado destacando los logros cosechados por el párroco como el aumento del número de niños en la catequesis (de uno en 2014 a 18 el año pasado), el incremento de los bautizos (de enero de 2017 a mayo de 2018 se realizaron quince bautizos tras un lustro sin ellos) o las ayudas a familias. También han grabado un vídeo con feligreses de todas las edades implorando al arzobispo Fray Jesús Sanz Montes que reconsidere su decisión. "Deben darnos la oportunidad de seguir con él y a él de disfrutar de los frutos de su trabajo", concluyen.
