El grupo Acción Social Asturias, que hace varias semanas fue noticia por organizar un polémico reparto de comida "sólo para españoles", atacó hace días la sede de la compañía Glovo en el Principado. Las oficinas de la empresa de reparto de alimentación y de todo tipo de bienes, situadas en Ceares (en Gijón), han sido empapeladas con carteles en los que se acusa al los responsables de la compañía de ser unos explotadores.

"Nos han intentado vender que las nuevas plataformas basadas en aplicaciones telemáticas facilitan una inmediatez en el intercambio de comunicación entre usuario y proveedor de servicios que, a la larga, permite al cliente satisfacer mejor sus necesidades y al “colaborador”, beneficiarse de un mayor público objetivo. Ocultas bajo campañas de marketing agresivas y profundos lavados de imagen, este tipo de empresas campan a sus anchas al límite de la legalidad, escondiendo un modelo basado en la explotación y precariedad laboral", señalan desde este grupo de extrema derecha.