Nacho Carretero nació en La Coruña. Pocos saben, sin embargo, que tiene sus raíces en Gijón. Hasta los siete años vivió en el solar natal de Jovellanos. Y de la ciudad asomada a la bahía de San Lorenzo viene la familia paterna. Ha vuelto a Gijón para la "Semana negra". Y regresa con su libro "Fariña" bajo el brazo. Y, también, con el recuerdo amargo de lo que sucedió en los últimos cinco meses, tras un secuestro editorial que traspasó fronteras.

El autor gallego nunca se había imaginado trabajando en el mundo del periodismo. Fue su amor por la escritura y la lectura lo que le hizo darse cuenta de que, hiciera lo que hiciera ,"tendría que ver con contar historias". La curiosidad que le llevó a escribir su libro "Fariña. Historias e indiscreciones del narcotráfico en Galicia" no tuvo tanta relación con el narcotráfico, como cuenta el autor. "Surgió de un interés por contar un capítulo de la historia de Galicia", subraya. Como lector, este género le apasiona. "Durante muchos años tuve en la cabeza la idea de contar esta historia, pero no sabía cómo sacarla fuera", recuerda. Cuando surgió la oportunidad con la editorial "Libros del K.O.", vio la manera perfecta de plasmar lo que durante tantos años le había rondado la cabeza en forma de libro.

El proceso de creación fue duro, dada la cantidad de material y de nombres a su disposición. Un trabajo que agradece a los periodistas en Galicia, que "siempre estuvieron a la altura, incluso jugándose la vida". A partir de la hemeroteca fue capaz de ir localizando a los protagonistas de su historia: "Entrevisté a policías, vecinos, jueces, fiscales, narcotraficantes, contrabandistas, para tener sus testimonios en primera persona y reconstruir la historia". Un libro que toca temas tan delicados, es difícil que resulte indiferente a sus protagonistas: "Noté una inmensa resistencia a hablar, tanto de los vecinos como de las autoridades, lo que me hizo darme cuenta de que aún hay mucho temor".

Llegar hasta José Alfredo Bea Gondar, autor de la denuncia contra "Fariña", derivó en el posterior secuestro del título por una jueza. No fue cuestión de tirar de demasiados hilos: "Es un personaje muy conocido en Galicia, cuyos juicios ya estaban más que recogidos por la prensa. Yo no cuento absolutamente nada nuevo". Bea Gondar, exalcalde de O Grove, reclamó una indemnización de medio millón de euros a la editorial y al autor, por una supuesta vulneración de su derecho al honor. "La realidad es que son cuatro líneas en las cuales digo que fue procesado por narcotráfico". Lo que vino después fue mucho ruido y mucho show, opina Carretero, "una manera de desviar el foco de atención del que era de verdad el origen del revuelo". Al final, las cosas se fueron volviendo a su cauce. El autor de "Fariña" sólo espera que "sirva como reflexión o como experiencia para que no vuelva a producirse otro secuestro".

Es libro es un fenómeno de ventas, también en el mercado de lance. Y el eco mediático, extraordinario. "Yo rogaba a la gente que compraba mi libro por 90, 100 o 200 euros que no lo hicieran, porque en nada volverían a tenerlo en las librerías", subraya Nacho. Todo esto formó parte de un proceso por el cual "Fariña" se escapó del control de su autor. Con el secuestro, "Fariña" se convirtió en una herramienta política, una herramienta contra la censura, en casi "un elemento fetiche para alguna gente". Y en las redes sociales, donde el pueblo establece su propio juicio, la indignación fue unánime: "He descubierto por primera vez y de primera mano lo importante que es ese apoyo masivo de gente que no conoces".

Antena 3 tenía ya preparada la serie basada en la historia de Nacho Carretero. La fecha de emisión era marzo. Aprovechó el tirón del secuestro para estrenarla en esas fechas. "Uno de los objetivos que la editorial tenía bien marcado en el calendario era que la serie saliese para que el libro se beneficiase. Ver que, cuando llega la serie, nosotros no podíamos vender el libro, nos cabreó mucho". Lo mismo sucedió con Sant Jordi y la Feria del Libro de Madrid, dos hitos que habrían sido fundamentales para "Fariña".

Es ahora, solucionado el entuerto judicial, cuando todo empieza a volver a la normalidad. Son muchas las peticiones que les llegan a la editorial para acudir a ferias y encuentros. Carretero afirma: "Cuando supe que me llamaban de la 'Semana negra' no dude un instante en aceptar". Por la ilusión que le hace volver a vender su libro y hablar con normalidad sobre él y por su vinculación con la ciudad gijonesa. "Mi padre es de Gijón, he pasado siete años de mi vida viviendo en esta ciudad y la conozco muy bien. Para mí, la 'Semana negra' ha sido siempre un referente, siempre la he seguido, me encanta".