Unos días son espumas y manchas en el arenal y otro fuertes olores en el Piles. El río que desemboca en la playa de San Lorenzo amaneció ayer con un nuevo vertido en sus aguas que pone nuevamente en cuestión los problemas de saneamiento del municipio gijonés. Una mancha de aspecto oleaginoso se dejó ver en las aguas del río, a la altura de su paso por el estadio de El Molinón.

La mancha, “de escasa entidad pero muy visual”, según señalaron anoche fuentes municipales, proviene del desmontaje y limpieza de un compresor por personal de mantenimiento del Recinto Ferial. El Ayuntamiento ha puesto en marcha diligencias policiales.

Desde primera hora de la mañana, los ciudadanos dieron la voz de alarma sobre el vertido. Según indicaron, de un producto de componente químico, como pudiera ser un disolvente, una sustancia jabonosa o incluso algún tipo de combustible. De hecho, los paseantes que se acercaron a la zona dieron parte de “un fuerte olor a gasolina” proveniente de la sustancia que irisó el agua del Piles, tiñéndola de colores, como suele ser habitual en este tipo de sustancias.

Tras conocerse el vertido, la unidad de vigilancia ambiental de la Policia Local, responsables de la EMA y bomberos de Gijón acudieron al lugar y tomaron muestras. Y se pudo determinar el origen de la mancha.

No es el primer incidente que sufre el río Piles en lo que va de verano. A los habituales sedimentos de arrastre producto de las escorrentías producidas por las lluvias, se sumaron esta temporada estival los vertidos fecales que obligaron incluso a cerrar al baño la playa de San Lorenzo, en la que desemboca el río Piles, por los problemas de salud que causó a los bañistas, aquejados de picores, sarpullidos o incluso problemas gastrointestinales.

De hecho, en los últimos días cada vez son más las personas que denuncian picores y escozor en sus ojos después de darse en un chapuzón en el mar, especialmente en el arenal de San Lorenzo. No obstante, hay también quien disfruta del agua sin desarrollar ningún problema posterior. Pero las quejas ciudadanas no cesan, como la que formula José Aguirre tras pasar en el mar dos horas este fin de semana practicando deporte. El suyo es un caso que parece todavía más grave que unos picores o una conjuntivitis: el sábado -denuncia- ingresó en el hospital después de pasar dos horas haciendo deporte en el agua y allí le comunicaron que sufría una infección de orina. “Me han puesto antibióticos, así tendré que estar durante muchos días después de sufrir muchos dolores”, relata José Aguirre en su denuncia pública, justo después de la verbalizada un día antes por otra nadadora habitual de aguas bravas, María Luisa Montero, que acudió con picores y conjuntivitis a un centro de salud tras zambullirse el domingo.

“Salí el sábado a hacer piragüismo durante dos horas, fui desde el Santa Olaya hasta Peñarrubia y ya por al salir noté molestias, que fueron a más por la noche; el domingo decidí ir al hospital y pasé cinco horas ingresado en Jove”, recuerda José Aguirre, que ahora está tratando de recuperarse de los dolores y la infección con antibióticos.

José Aguirre también es un asiduo al mar y lamenta lo que se está produciendo este año -varias manchas obligaron a cerrar la playa de San Lorenzo en dos ocasiones-. “Salgo mucho al mar y allí se ve mucha porquería, con muiles comiendo; es lamentable que Gijón tenga que aguantar esto”, lamenta. No obstante, Aguirre aclara que el problema está repartido por zonas. “Por un lado encuentras zonas con el agua muy cristalina y, de pronto, aparece la porquería”, describe este afectado que invita “a toda persona que le ocurra a que locomunique”. En su caso, del mismo modo que le ocurrió a María Luisa Montero, “nadie te da un informe médico que relaciones los problemas con el baño en el mar”, lamenta. Los de José Aguirre y María Luisa Montero no son los únicos casos detectados aunque ninguno puede demostrar que exista relación entre sus patologías y el baño, ya que muchos otros bañistas pudieron disfrutar de las aguas de San Lorenzo sin ningún problema.