Con o sin aprobación plenaria - y lo más que previsible es que sea sin ella- hoy quedaron fijados los criterios de contención del gasto en el Ayuntamiento de Gijón para los años 2018 y 2019. Ana Braña, edil de Hacienda, presenta en el salón de plenos el Plan Económico-Financiero (PEF) diseñado por Foro como exigencia legal tras el incumplimiento de la regla de gasto en el ejercicio de 2017. Si se repite la votación de la comisión de Hacienda -donde los tres partidos de la izquierda votaron no y Ciudadanos y PP se decantaron por la abstención- el documento será rechazado.

Un rechazo sin más consecuencias que el castigo político porque el gobierno forista ya anunció que cumplirá ese plan económico de todas maneras para evitar una intervención efectiva de las cuentas municipales. La obligación de presentar un PEF implica que la actividad económica municipal será tutelada por el Principado de Asturias pero, en principio, el gobierno autonómico se limitará a fiscalizar que el gasto realizado por el Ayuntamiento no se exceda de la cifra límite sin entrar a valorar las medidas que se tomen para conseguirlo. Ese límite de gasto ha quedado fijado en 210, 5 millones para este año y 216,1 millones para el año que viene. Presentar el Plan Económico en el Pleno es un mandato legal que no se puede obviar.

Los tres partidos de la izquierda -PSOE, Xixón Sí Puede e IU- consideran que el documento elaborado por Foro no refleja las verdaderas prioridades para la ciudad, sobre todo en lo que tiene que ver con la acción política en materia social, empleo o inversiones, y que opta por meter tijera en partidas esenciales. Para Foro, sin embargo, no se puede hablar de recortes sino de un control del gasto que se irá matizando mes a mes según la realidad de un gasto que será controlado al último céntimo.

A la hora de concretar los elementos que computan en la regla de gasto no sólo hay que tener en cuenta los números del Ayuntamiento. También computan el Patronato Deportivo, las fundaciones de Cultura y Servicios Sociales, Emulsa, Divertia y la Empresa Municipal de Vivienda. De hecho, el exceso de 2017 tiene mucho que ver con el alto nivel de gasto realizado por Servicios Sociales al poner en marcha el programa de la renta social.

Entre los últimos ajustes incorporados por el equipo económico del gobierno de Foro al PEF se incluye una ampliación de las partidas destinadas al pago de subvenciones a la rehabilitación de fachadas y reforma de barrios degradados. Para estos dos años hay un límite de gasto de 17,8 millones. Del Plan Económico también cuelga, por ejemplo, una subida del 5% a partir de septiembre de la factura por la recogida de basura.