"El mundo se nos cayó encima". María José Cabranes Trabanco explicaba ayer con estas palabras cómo vivió el momento en el que los echaron a la calle, a ella y a su pareja José Ramón Torrecilla Miguel el pasado jueves, desahuciados por orden judicial del piso en el que llevaban residiendo los últimos 8 meses en la calle Carboneros, en La Camocha, por el impago del alquiler. Con 58 años y múltiples enfermedades que hacen que tenga que tomar más de 20 medicamentos diarios, María José Cabranes pasó junto a su pareja dos noches en el portal, durmiendo sobre toallas, sin quitarse el calzado y comiendo gracias a un vecino que finalmente avisó a la Asociación de Vecinos de La Camocha, que los acogió el pasado sábado hasta que los servicios sociales busquen una solución a su situación.

La de ayer fue la primera noche que pudieron por fin dormir sobre blando, en los locales de la asociación. El barrio se movilizó en auxilio de la pareja. Un residente de El Llano, que habitualmente para en el bar El Refugio, acabó ofreciendo dos colchones y un somier, y un vecino del barrio minero hizo el traslado en su furgoneta. Mientras, una mujer de La Camocha proveía de zapatillas a María José, los representantes vecinales acomodaban a la pareja y les llevaban comida. La solidaridad seguía llegando ayer, cuando el Club de Fútbol de La Camocha les ofrecía sus vestuarios para que pudieran ducharse.

Se trata del segundo desahucio que vive esta pareja en un año. María José Cabranes perdió a manos de una entidad financiera la casa y la hacienda familiar en la que residía en el barrio de Cabuezo, en San Martín de Huerces. Perdió la casa que había heredado de sus padres después de no poder afrontar la devolución del préstamo hipotecario que había solicitado para arreglar el tejado, explica la mujer, que ingresa al mes poco más de 400 euros con una pensión, mientras su pareja cobra una ayuda social. Los 350 euros de renta mensual de la vivienda de la que los desalojaron el jueves tampoco los pudieron afrontar.

El barrio se sensibilizó con la situación. Una de las personas que los ayudaron, Jesús Alonso, recalcó que "los vecinos no vamos a permitir que haya más desahucios en La Camocha". Especial preocupación causó la situación de la mujer, quien entre las múltiples dolencias que relató a los vecinos, asegura que está pendiente de que en unos días la operen en el Hospital Universitario Central de Asturias de un carcinoma de mama. Personas que la conocen tranquilizaron a algunos de los que la están ayudando asegurando que desde hace cuatro años la mujer viene haciendo referencia a un tumor y al hospital, pero que en realidad se trataría de otra enfermedad.

Mascota

MascotaLa situación llevó a pedir el apoyo del portavoz municipal de Xixón Sí Puede, Mario Suárez del Fueyo, quien el sábado llegó a sacar a la Alcaldesa, Carmen Moriyón, de una reunión sobre el Festival Aéreo, para buscar una solución. Al final, el Ayuntamiento ofreció pagar una pensión a la pareja, que lo rechazó para no separarse de su perro Bruno, a pesar de que una vecina de La Camocha se ofreció a llevar el can a su casa. No alejarse de su mascota también fue el motivo por el que habían declinado ir al Albergue municipal después de que un vecino avisara a la situación a la Guardia Civil, antes de llamar a la asociación del barrio.

Los técnicos de los servicios municipales intervendrán hoy para ayudar a María José y José Ramón, que mientras tanto han encontrado un techo de mano de sus convecinos. "Esto para nosotros es un refugio", señala él. "Hoy dormimos muy a gusto", agrega ella, que no llegó a usar el somier y prefirió mantener su colchón pegado al de su pareja. Una vecina del barrio que prefiere omitir su nombre explica: "Por humanidad no los podemos tener viviendo en un portal; el Ayuntamiento tiene viviendas de emergencia".