Las fiestas con polvos de colores llevan tiempo pasando fronteras. Llegadas desde la India, con su germen en una tradición de origen hindú, Gijón volvió a repetir y fue el escenario de una de las denominadas "Holi Peace". El año pasado, la localidad batió todos sus récords atrayendo a más de 25.000 personas a este evento, el cual saturó la explanada de la playa de Poniente. Este año, a media tarde, los promotores de la cita ya habían contabilizado más de diez mil personas que decidieron bañarse este domingo entre polvos de colores rodeados de buena música y un gran ambiente en el parque de los Hermanos Castro.

Con entrada gratuita y una seguridad dedicada a evitar que los asistentes metiesen dentro del recinto bebidas y elementos peligrosos, la asistencia, pese a no llegar a la del año pasado, también se hizo notar. Un número que "está bien", en palabras de Ramón Noguera, coordinador del evento. Noguera quiso destacar que los números del año pasado superaron "todas las expectativas", convirtiéndose en algo "único", y que para la tarde de ayer no esperaban llegar a esa cantidad, pero que se habían pasado "los 10.000 asistentes".

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Holi Peace en Gijón

Que la entrada fuese gratuita no fue un hecho diferencial, puesto que las entradas de otras ediciones "eran muy baratas", según Noguera. Sin embargo, esto permitió que se evitasen "colas tremendas", y fue clave para que los más jóvenes pudieran acudir a la "Holi Peace" sin ningún tipo de impedimento.

Un éxito basado en una sencilla fórmula para Noguera; "música divertida para un público joven y familiar". La importancia del sonido es clave para la "Holi", un lugar donde el único objetivo es que la gente "se lo pase bien e intentar conseguir la energía de la India", puntualiza Ramón Noguera, quien cree que el objetivo ayer se cumplió sin problemas al observar "las sonrisas que tiene la gente", finalizaba.

Gijón vibra de nuevo con la fiesta de la "Holi Peace"

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El parque de los Hermanos Castro se convirtió en un recinto con varias zonas diferenciadas y que todas tenían una labor: la explanada principal sirvió para que los asistentes saltasen y se lanzasen todas sus bolsas de polvo, siguiendo el ritmo de los dj´s; las "food-trucks" para recargar pilas comiendo diversos tipos de comida y bebiendo para combatir el calor; las mesas para poder descansar mientras se llenaba el estómago y la zona VIP, donde quienes habían pagado la entrada podían descansar en una zona vetada al lanzamiento de los polvos de colores.