Se colocó en medio de la plaza, junto a la mesa de sonido, empezó a silbar la melodía de "El señorito" que popularizara Isabel Pantoja y ya estaba tensado el arco. Rodrigo Cuevas fue el protagonista de la noche inaugural del Festival Arcu Atlánticu, que llenará Gijón de actividades a pie de costa hasta el domingo. En dos suspiros Cuevas se había metido al personal que llenaba la Plaza Mayor entre el liguero y las medias de su look para las grandes ocasiones, donde no faltan las madreñas y la montera, con tocado asturtropical. Pecho al aire desde el minuto uno y diálogo con el público desde la primera canción.

Labia y gracia le sobran al compositor, cantante y "agitador folklórico", en definición propia, nacido en Oviedo en 1985. Con su "El mundo por montera", nombre del espectáculo, ejerció de anfitrión perfecto para un festival que reivindica la cultura asturiana y sus vínculos con otros pueblos que se bañan en el Atlántico.

A la altura de "A la luz del cigarro" ya no cabía un alma más. Todos atentos a las historias con las que Cuevas fue entrelazando su repaso por unos temas tradicionales que revisita con su personal estilo. Romances, canciones de ronda, tonadas.. y hasta un tema a ritmo de reggaeton con el que puso a bailar a toda la plaza. Y lo que no se bailó en la plaza lo bailaron al "son d´arriba" dos parejas de baile. A su lado, Cuevas al panderu. No faltó "Embrujada" de Tino Casal. Un clásico de todos los océanos.