Un gijonés de 49 años fue detenido después de asaltar una tienda de compra-venta armado con un cuchillo y con la intención de matar a los empleados del local porque su móvil, que había comprado allí hace varios días, no funcionaba. Los trabajadores lograron esquivar las acometidas del cliente molesto, que pese a huir del local acabó arrestado ese mismo día por la policía acusado de un delito grave de amenazas.

El implicado compró un nuevo terminal y pocas horas después volvió argumentando que su tarjeta SIM le daba error y el móvil no encendía. En la tienda le explicaron que el problema residía en la propia tarjeta y no en el dispositivo, un argumento que pareció con convencerle, pues se puso agresivo y los empleados se vieron obligados a pedirle que se fuera. Lo hizo pero dando voces y profiriendo amenazas de muerte a los presentes.

Volvió el lunes, diez días después de haber comprado el aparato, y, muy alterado, empezó a insultar a gritos y a amenazarles, golpeando de una patada el mostrador. Los trabajadores, hartos de su actitud, llamaron a la policía. Fue entonces cuando sacó n cuchillo de sus bolsillos, tratando de clavárselo mientras les decía que los iba a matar. No lo logró y se fue corriendo de la tienda, siendo detenido poco después. Tenía antecedentes policiales.