"La consejería de Educación se empeña en que los niños estudien en el colegio que quiere el dedo del consejero". Así lo afirmó ayer Pablo González Medina, portavoz regional de Educación y Cultura del Partido Popular, frente al Eduardo Martínez Torner, el centro al que, por carecer de un auxiliar educativo, no podrá acudir Lucas, un niño de tres años con síndrome de Down del barrio. Según el popular, además, el caso gijonés no es el único de la región. "Hemos hablado con familias en una situación similar en Llanera y Sotrondio. Hay que dejar claro que esto no es un caso aislado", aseguró.

A la convocatoria de ayer asistieron también los populares de Gijón Sofía Cosmen y Mariano Marín y la vecina Carmen Suárez, madre del niño afectado, que reconoció ayer que, viendo que el caso se había vuelto "mediático", no pensaba tirar la toalla. "Conozco a madres a las que les ha pasado lo mismo y prefirieron no pelear. Yo no puedo dejar esto así después de todo lo que hemos conseguido. Si no le asignan una plaza en el colegio de mi barrio, no matricularé a mi hijo en la escuela este curso", aseguró.

González Medina explicó ayer que, para evitar que el caso de Lucas se repita, su partido propondrá al término del verano tres iniciativas parlamentarias para evitar este tipo de situaciones. "Una será para exigir la libertad de elección por parte de las familias del centro escolar en el que matriculan a sus hijos; otra para pedir un plan de infraestructuras educativas en todos los centros, que deben tener unas instalaciones propias del siglo XXI, y otra para pedir un plan de personal docente que garantice la presencia de auxiliares educativos en los centros. Somos la peor comunidad en materia de inclusión", resumió.