Purificación Menéndez, madre del jurista gijonés y secretario general de la Fundación Princesa de Asturias, Adolfo Menéndez, falleció en la mañana de ayer en su domicilio de Madrid a los 84 años de edad. Sus restos descansan en el tanatorio de La Paz de Tres Cantos, pero este lunes regresarán a Gijón, ciudad en la que residió gran parte de su vida. A las 18.00 horas, la parroquia de San Pedro acogerá su funeral. Será trasladada al panteón familiar del cementerio de Ceares.

Según explicó ayer su hijo, Purificación fue "una mujer muy discreta, muy generosa y muy tenaz". Nació en Orense -su madre era de Carballino- y se casó joven, siendo una veinteañera, con el gijonés Adolfo Menéndez. Tuvieron siete hijos. Adolfo, el más conocido, fue abogado del Estado y trabaja ahora en el despacho jurídico astur-madrileño Ontier. Trabajó, también, en el despacho Uría y Menéndez, fundado por su tío Aurelio Menéndez, ministro de Educación y Ciencia en los años 70. Su hermano Santiago, por su parte, es un reputado economista de la ciudad. "Ella nos inculcó la importancia de recibir una buena educación y cursó Perito Mercantil, algo significativo porque en su época a las mujeres no se les daba oportunidades. Siempre fue muy trabajadora y para mí, obviamente, fue una madre maravillosa", reconoce el jurista. Purificación celebró hace dos años sus seis décadas de casada en un restaurante del Bernabeu. "Ahora que estoy buscando fotos suyas me doy cuenta de que siempre salen juntos. Él está bien; simplemente la va a echar mucho de menos", explica el hijo, que añade que su madre era una enamorada de la playa: su lugar preferido, la escalera 14 del arenal de San Lorenzo.