Rodrigo Cuevas, que se define a sí mismo como "agitador folclórico" y encarna en "Horror. El show que nunca se debió hacer" a un muy especial Frank-N-Furter (acuerdénse de la película y el musical), se mostró ayer muy satisfecho por su primera experiencia teatral intensa: "Me están desbravando, pero yo relajado". El artista, uno de los más aplaudidos renovadores de la escena musical asturiana -y española, ojo- de los últimos años, debutará como actor (en realidad, hará de las suyas) en el esperado espectáculo que llegará al Jovellanos el próximo jueves. "Hasta ahora sólo había tenido un papelín de nada porque me llamó (Emilio) Sagi para una zarzuela", precisó.

¿Por qué aceptó Rodrigo Cuevas ingresar en "Horror? "Es que me falta un veranín, como a todos en Asturias", dijo, juguetón con la retórica y la climatología. "Me cogió Laura Iglesia por banda y me explicó en qué consiste esta versión tan marchosa; el despiporre es siempre necesario porque la diversión es inocente". La obra mixtura teatro y música en directo, ficción, diversión y serie B, indicó Iglesia.