Es un hecho. Era el eclipse del año y los asturianos nos quedamos sin verlo. Pero no pasa nada. La tecnología puede con todo. Hasta puede cambiar la tozuda realidad. Sino que se lo digan a un fotógrafo gijonés que ha cosechado un gran éxito en Instagram recreando cómo hubiera quedado la luna de sangre del pasado viernes de la que todo el mundo hablaba pero que en el Principado no se pudo ver como consecuencia de las nubes.

La foto es, desde luego, bonita. A la par que falsa. Pero siempre nos quedará la imaginación.