A raíz de películas como "Tiburón" o los recientes ataques a surfistas en algunas playas exóticas, son muchos los que se preguntan "¿qué comen los tiburones? ¿Estamos dentro de su dieta?". Susana Acle, bióloga del Acuario de Gijón, asegura que " aunque tengamos la imagen de que los tiburones son seres feroces que devoran a los humanos, lo cierto es que comen muy poco y no son para nada agresivos. Podemos estar tranquilos porque no somos su comida, no tenemos por qué tenerles miedo".

La dieta de los tiburones se basa en el consumo de "caballa y pota" principalmente, aunque la alimentación varía dependiendo de la especie del escualo. "Nuestro acuario alberga más de cinco especies distintas de tiburones y nunca hubo ningún problema al alimentarlos", afirma la bióloga y añade que "los visitantes siempre preguntan si los tiburones se comen a los demás peces. La respuesta es que no, porque siempre están saciados".

El acuario de Gijón cuenta con inquilinos de zonas acuáticas tan diversas como el mar Cantábrico, mares fríos, el Indopacíficoo el Atlántico. Cada zona y especie tiene sus horario y dieta alimenticia. "En el caso de los tiburones y el tanque oceanario solemos alimentarlos los lunes y viernes. Los mamíferos como las nutrias o los pingüinos necesitan comer varias veces al día debido al desgaste energético. Estos animales gastan la mayor parte de la energía en mantener la temperatura corporal", cuenta Acle.

La cantidad de alimento que se suele aportar a cada animal es de menos del dos por ciento del peso que tengan, "aunque es un poco lo que ellos quieran", añade la bióloga. "Siempre les damos un alimento congelado para evitar que tengan parásitos. También añadimos una serie de vitaminas".

El tamaño del alimento es "acorde al tamaño de la boca de cada animal". Dos buzos se sumergen en el espacio acuático con una cota de malla en el brazo con el cual les facilitarán los alimentos y una bara larga con PVC para alimentar a los peces, pero también para alejarlos. "Si un tiburón se acerca a los buzos tan sólo con apuntarles con la bara ya guardan una distancia con ellos, aunque lo cierto es que los buzos tienen que ir persiguiéndoles para que coman más que lanzarse ellos a la comida", asegura la bióloga. La alimentación de estos animales siempre se realiza de cara al público para "enseñar y concienciar de todo lo que hay en el mar y de que tenemos que protegerlo", añade.

Durante el verano, el acuario de Gijón realiza unos campamentos en los que tratan de que los niños aprendan a cuidar del medio acuático. Todos ellos quieren ver cómo se alimentan los tiburones o los pingüinos, la cara fiera y la cara amable de este recinto.