La historia de Ernesto García Rodríguez, más conocido como "Neto", en el mundo de la música, comenzó cuando tenía 9 años y entró a formar parte de la Banda de Música de Cangas del Narcea, su localidad natal, para tocar el clarinete. Luego, con la orquesta "Nopal" recorrió Asturias de verbena en verbena en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. Y en 1968 fundó el grupo de folk "Los Son D'Arriba", al que seguiría, ya en 1980, la banda de gaitas y baile "Los Tsumarinos".

En el año 1995 llegó a la Casa de Asturias de Alcobendas (Madrid), donde fundó la banda de gaitas "Respingo". Allí sigue Neto, que ayer, en la colegiata de San Juan Bautista, recibió el premio "Carabela" 2018, la máxima distinción que concede anualmente la Federación Internacional de Centros Asturianos.

Destacó los méritos de Neto la presidenta de la Casa de Asturias de Alcobendas, Justina García: "Ha dedicado toda su vida a la música, especialmente a la música tradicional y como enseñante de la gaita asturiana".

Por su parte, Ernesto García Rodríguez afirmó que la situación actual de la gaita asturiana es "envidiable por la cantidad de gaiteros que tenemos. El futuro está ahora asegurado", no como cuando él comenzó, con evidente riesgo, señaló Neto, de que no se pudiese transmitir el conocimiento de los gaiteros que había a otros nuevos.

En homenaje a Neto, la banda de gaitas de la Casa de Asturias de Alcobendas interpretó el tema "La Feriona", compuesta por Ernesto García Rodríguez.

En el transcurso del acto, en el que estuvieron presentes, entre otros, la directora general de Emigración del Gobierno de Asturias, Begoña Serrano; varios diputados de la Junta General y concejales del Ayuntamiento de Gijón, así como Paz Fernández Felgueroso, presidenta del Consejo de Comunidades Asturianas, el presidente de la Federación Internacional de Centros Asturianos, Manuel de Barros, afirmó que en su federación "queremos ser representantes de Asturias fuera de la región; embajadores no solo culturales, también económicos y turísticos".