Fano es una auténtica fiesta. La parroquia gijonesa vivió este domingo por todo lo alto el segundo día de jolgorio, que comenzó al mediodía con la celebración de una misa a cargo del párroco José Manuel Alonso al mediodía, donde la Coral Polifónica "Costa Verde" acompañó el acto. Gaitas y tambores le tomaron luego el relevo para amenizar y acompasar la procesión.

Terminados los actos religiosos, los vecinos de Fano pasaron a hincar el diente: primero con un vermú en la barraca de la fiesta, donde se encontraron con diversos pinchos y, después, para todos aquellos que habían adquirido el tique, una comida de confraternidad vecinal con paella y entrecot en el menú. "Es el primer año que hicimos una comida el domingo", señalaba Raquel Suárez, miembro del consejo de fiestas, satisfecha por la "buena acogida" que tuvo esta iniciativa. Por su parte, José Manuel Meana, otro miembro del consejo de fiestas, explicaba que "el calor nos jodió un poco porque la gente con este tiempo se ha ido a la playa", algo que no le impedía mostrarse encantado por la presencia de gente el sábado en Fano, lugar que albergó "unas 400 personas para cenar cordero a la estaca", destacaba Meana.

Tras la sesión gastronómica, ya a las seis de la tarde llegó uno de los momentos más esperados por gran parte del público: los juegos infantiles con el tren de Fano. Los más pequeños de la parroquia se unieron para coger el tren que les iba a llevar por diversas actividades mientras conocían a "El Feu de Fano y su prima Aparicia", dos desconocidos a los que se encargaron de alejar de allí a base de gritos para espantarlos.

Niños y niñas crearon sus propias identificaciones con los nombres, se las pusieron al cuello, y se montaron al tren todos juntos para recorrer el prado en busca de aventuras. Al poco tiempo de salir del andén, el grupo descubrió al Feu y Aparicia, quienes llegaron corriendo y se fueron de la misma manera tras los fuertes sonidos que hicieron los más pequeños para proteger su misión: pasarlo en grande en las fiestas de Fano.

Los juegos terminaron con una guerra de globos de agua entre los pequeños y el Feu y la Aparicia, un empate técnico que se pudo ver en la ropa de los que participaron, ya que terminaron empapados de arriba a abajo en uno y otro bando. Además, cuando la Feu y la Aparicia ya se habían "arreglado", recibieron a los visitantes del tren para hacerse una foto con ellos después de recibir una caja con regalos.

Aitor Calleja, acompañado de su madre Isabel Suárez, fue uno de los que recibió estos obsequios, llevándose a casa la foto de recuerdo con el Feu y la Aparicia, y la caja con chuches, globos, un pompero y un bolígrafo. Una buena tarde para el pequeño Aitor, quien reconocía habérselo pasado "muy bien". Otro caso similar fue el de Covadonga Valpara, otro pequeña acompañada de su madre, Covadonga Hernández, unas gijonesas que ya han pisado en cuatro ocasiones las fiestas de Fano. La madre reconoció la labor de los organizadores, quienes "hacen una labor impecable".

El domingo prosiguió con un partido de fútbol entre solteros y casados, y la verbena con el dj "Vas bailar". Las fiestas continúan hoy con el día grande, con una misa en honor a San Antonio y los vecinos fallecidos; la entrega del bollo y la botella de vino a los socios; la última verbena de las fiestas con la orquesta cántabra "Anaconda" y el dj "Vas bailar", y el sorteo de un viaje para dos personas.