La "nueva proa" era el Muro de San Lorenzo que se reinauguraba tras meses de obras. El director general de Costas, Fernando Osorio, y el alcalde de Gijón, Álvarez Areces, encabezaban un numeroso grupo de autoridades. Cuenta la crónica que todo fue perfecto, "el alcalde fue muy jabonero con el párroco de San Pedro, don Boni, y se olvidaron los problemas que supuso la remodelación del Campo Valdés". Eso sí, unos cicloturistas protestaron ante la ausencia de un carril-bici.