Los vecinos de la zona de Veriña duermen ya más tranquilos después de que la Policía Nacional lograse detener esta semana a los dos supuestos responsables de la oleada de asaltos a viviendas que afectó a la parroquia gijonesa -también actuaron en Jove- durante la última quincena del mes de julio. Los detenidos son dos vecinos del barrio de El Natahoyo, de 18 y 29 años, que tenían antecedentes por otros robos con fuerza similares.

Las denuncias de los afectados comenzaron a sucederse a partir del pasado 17 de julio, cuando un vecino puso en conocimiento de la policía la sustracción de 150 metros de una manguera eléctrica que tenía en el interior de su finca, perfectamente vallada. A partir de ahí, otras cuatro personas, de Jove y Veriña, relataron hechos similares, que alguien había saltado sus muros y vallas para llevarse una serie de objetos. Además de la denuncia, aportaron información sobre los posibles responsables pues varios de ellos habían visto a unos individuos saltar las vallas que protegían las casas y merodear por la zona, de día, con anterioridad. Más allá de lo sustraído -aperos de labranza, cableado de la instalación eléctrica, herramientas, sanitarios, ventanas y grifos- la alarma que proyectaron los vecinos era por miedo. "Pasan por aquí durante el día, andando o en bici, vigilando las casas en las que luego van a entrar", expuso a este periódico una de las vecinas de la parroquia de Veriña.

Piezas vendidas

Piezas vendidasLa Policía Nacional intensificó la presencia en la zona como labor preventiva y disuasoria mientras los investigadores, del Grupo 1, cotejaban las descripciones ofrecidas por los afectados para lograr una identificación plena de los responsables. Algo que fue posible esta semana, momento en el cual se procedió a su detención. Los responsables son C. J. J., de 18 años, y F. J. J., de 29 años, vecinos de El Natahoyo y sin vínculo familiar pese a la coincidencia de sus apellidos. Los agentes, antes de ponerlos a disposición judicial, comprobaron que ambos compartían antecedentes por hechos de la misma índole y que, además, habían vendido parte de los efectos robados en diferentes chatarrerías de la ciudad.