La colocación de pasquines con sismología y proclamas en favor del dictador Franco es "libertad de expresión". Así lo ha estimado una jueza de instrucción que acaba de acordar el sobreseimiento provisional de la denuncia formalizada por el líder de Podemos en Gijón, Mario Suárez del Fueyo, después de que su sede -y la del PSOE- amaneciesen empapeladas con carteles ensalzando la figura de Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera el pasado 18 de julio, fecha señalada para sus partidarios por conmemorarse el día de la sublevación militar contra la segunda República y que ellos denominan "alzamiento nacional". Una decisión que ha provocado "indignación" en las filas de Podemos porque, en palabras de su portavoz, supone "dar alas a la extrema derecha en nuestra ciudad".

La denuncia podemista se presentó ante la Policía Nacional al día siguiente de la colocación de los pasquines, que llevaban mensajes como "el Valle no se toca", en alusión a la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos como ha prometido hacer el gobierno de Pedro Sánchez. Así las cosas, la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Gijón, Belén García Iglesias, considera en su auto -contra el que se puede interponer recurso de apelación- que estos carteles "no han producido daño en la fachada ya que, una vez despegados, aquélla permanecerá incólume". No obstante, el auto indica que esta conducta podría tener relevancia en el ámbito administrativo.

En cuanto a la temática de los pasquines, la jueza confirma que deben encuadrarse "en el contexto de la libertad de expresión que nuestra norma fundamental ampara y garantiza a todo ciudadano". Lo único que frenaría este derecho sería un "discurso del odio" que la magistrada no aprecia en los aparecidos.

Podemos ha recibido "con un alto grado de indignación y serenidad" esta respuesta judicial a su denuncia al estimar que "no es justo ni ayuda a la democracia ni a la convivencia que la jueza vea esa agresión franquista como libertad de expresión", valora Suárez del Fueyo al estimar que no se puede aplicar la libertad de expresión a todas aquellas personas "que odian y destruyen" . "Amparar a personas que únicamente destilan odio hacia el progreso y una mirada retrógrada no contribuye a construir sociedad ni ciudad; es un grave error que da alas para que los grupos fascistas campen a sus anchas", responde Mario Suárez del Fueyo a la decisión judicial. En la misma línea, incide en que contribuyen al "crecimiento del fascismo en nuestra ciudad o bien en la nocturnidad o en los espectáculos deportivos".

Condena municipal

A raíz de la aparición de los primeros pasquines, desde el Ayuntamiento de Gijón se hizo una declaración institucional reprochando lo ocurrido de la que se ausentaron los concejales del Partido Popular Sofía Cosmen y Manuel del Castillo. Pese a ello, a primeros de agosto volvió a ocurrir lo mismo en las sedes locales de Podemos y PSOE -también en otras casas del pueblo de Asturias- con pasquines de Franco y otros con la cara de Pedro Sánchez, al que llamaban "profanador de tumbas". Y, recientemente, el grupo municipal de Izquierda Unida denunció pintadas nazis, con alusiones a Hitler, en el barrio del Polígono.