"Los fascistas han captado perfectamente el mensaje de la jueza y lo han vuelto a hacer, porque ella les ha dicho que era perfectamente legal empapelar la sede de Podemos con mensajes xenófobos, franquistas y fascistas". Esta es la reflexión del líder de la formación morada en Gijón, Mario Suárez del Fueyo, después de presentar una nueva denuncia en Comisaría -la tercera en un mes- por la aparición de pasquines con alusiones favorables a Franco en la entrada de su sede, justo al día siguiente de que la magistrada de instrucción viese la colocación de esos carteles como una simple manifestación de "libertad de expresión" y optase por archivar las diligencias. Este problema también lo sufrieron ayer as casas del pueblo socialistas de Gijón y municipios de las cuencas.

En esta ocasión, y para evitar el mismo resultado, desde Podemos han ampliado el objeto de su denuncia al percibir en esta acción un delito de coacciones y otro de odio por la reiteración en el tiempo de esta actuación. "No puede ser libertad de expresión cuando hablamos de tres agresiones en menos de un mes;esto es un intento de coartar nuestra actividad política porque somos un partido perfectamente legal, con representación, que lucha contra el fascismo y lucha por ampliar la Ley de Memoria Histórica", reflexionó Suárez del Fueyo, para quien haber archivado diligencias por estos hechos "conduce a avivar a la extrema derecha de esta ciudad".

El líder de Podemos pone nombre y apellidos a los responsables de esta acción. "Las personas identificadas el primer día son gente de Acción Social Asturias y del grupo violento de los ultras del Sporting, alguno de ellos imputado, que ahora vienen a recrearse en esta agresión fascista en redes sociales", asegura el podemista, para el que "el fascismo y los grupos violentos se amparan en las aficiones deportivas de entidades tan dignas e importantes como el Sporting de Gijón".

En su denuncia, Del Fueyo también tiene palabras para la jueza que ha archivado el caso, Belén García Iglesias. "¿Cómo le sentaría a ella que en el pórtico de su casa le pusieran un yugo y unas flechas? ¿Y cómo lo entendería ella, si como una agresión fascista, libertad expresión o un simple adorno?", reflexiona. Por ello exige a los jueces que actúen con mayor contundencia contra este tipo de actuaciones. "Atacar una sede de un partido no se puede constreñir en la libertad de expresión, porque hoy es un cartel pero mañana puede ser una pedrada; la agresión no consiste solo en la virulencia del hecho y sería terrible considerarlo una agresión solo cuando alguien sea agredido físicamente", concluye del Fueyo.

"¡No nos callarán!"

"¡No nos callarán!"Además de la sede de Podemos también ha sido atacada la Casa del Pueblo de Gijón, también por tercera vez, con carteles con la cara de Pedro Sánchez, al que llaman "profanador de tumbas" por su intención de exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha criticado estos ataques en las redes sociales. "La democracia española no se puede permitir monumentos que ensalcen la dictadura franquista. Pronto serán pasado. Seguimos adelante", tuiteó el Presidente. En la misma línea obró Adrián Barbón, secretario general de la FSA: "No nos callaron, ¡ni nos callarán!" por los pasquines en las sedes socialistas.