"Menudo día de playa perdimos, amigo", decía un bañista tras escapar corriendo de San Lorenzo. La pleamar volvió a sorprender a los cientos de veraneantes que aprovechaban el día de ayer para tomar baños de sol en el arenal gijonés. Y es que la temperatura acompañaba, más de 25 grados se alcanzaron ayer en la villa, pero también acompañaba la del agua, 22 nada más y nada menos. A todo ello se unía una bajamar, a eso de las 13.20 horas, que dejaba por delante unas ocho horas más o menos para disfrutar de San Lorenzo en playa grande. Pero a media tarde, en la playa había zonas sin arena y otras con bañistas en fila de a uno. "Ya vinimos ayer y tuvimos que marchar corriendo porque nos pillaba la mar, entonces hoy ya sabemos donde tenemos que ponernos", decían una pareja de veteranos bañistas que conocen la playa a la perfección. "Si estás listo y vienes pronto puedes quedar todo el día, hay que ponerse entre la 13 y la 15, quien se ponga más allá de la 12, a las seis está en casa".

Mientras sube la marea da tiempo a ver como van recogiendo sus bártulos los que se habían colocado entre La Escalerona y la 11. A eso de las 19 horas solo un reducto de bañistas, como la aldea gala de los tebeos, resistía aún al pie del cañón disfrutando de San Lorenzo. Justo los usuarios de las escaleras que mencionaban los veteranos. Entre la 13 y la 15 no había problemas en un día como el de ayer, clave de la Semana Grande, la playa estaba a tope, no entraban ni una hamaca, ni una sombrilla más. Y la frustración haciá mella. El problema con la arena de la principal playa urbana de Gijón es conocido ha ha sido múltiples veces abordado en comisión de expertos, sin que la falta de intervención -no se ha visto necesario el aporte de arena, por ahora- que han defendido las autoridades municipales y los expertos sea compartido por todos. "Nos resta potencial turístico. No es la mejor carta de presentación de nuestra playa en la principal semana del verano gijonés", indicaban ayer desde Ciudadanos, que piden la creación de un equipo multidisciplinar que de otra vuelta de tuerca al asunto de la recuperación del arenal de San Lorenzo.

Algunos de los habituales de la playa gijonesa comienzan a pensar en tomar medidas en el asunto. "O nos solucionan el problema de la playa o nos veremos obligados a realizar una sentada pacífica en el Muro si hace falta", advierten los bañistas, que ahora hilan la falta de arena con las dudas sobre la contaminación del agua. "No tenemos ningún problema, sacamos la tumbona, la sombrilla y la toalla al Muro, si no tengo arena, ¿dónde me voy a poner", dice una gijonesa que lleva más de sesenta veranos bañándose en San Lorenzo, pero le da pena el que pueda ser el último. "Un día fuimos al Ayuntamiento a explicar lo que nos pasa y se lo dije a la Alcaldesa: la respeto al máximo, pero no me puede decir que como médica que alguien puede bañarse aquí sin problemas", explica.

La alta pleamar y la falta de arena obligó a cerrar ayer algunas de las escaleras del Muro. Permanecieron cerradas al menos 5 de ellas. Entre la 6 hasta la 10 era imposible bajar por ellas ya que al haberse quedado sin arena afloró el hormigón sobre el que se asientan los peldaños, dejando a la vista una pendiente impracticable para la mayoría de usuarios. También llamaba la atención el escalón de arena que queda cuando baja la marea y la inutilidad de los lavapiés colocados en algunos puntos de la playa.

"Tenemos una playa preciosa, que no tiene nada que envidiar al Sardinero o La Concha, pero es que ni en Santander, ni en San Sebastián pasa esto, ¿por qué aquí sí?", se pregunta otra de las habituales de la escalera 12 gijonesa. El debate se reabre con la marea.