La Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón iniciará el nuevo curso con una reubicación de departamentos tras la riada del pasado mes de junio, con graves inundaciones que anegaron la parte baja del edificio polivalente y unas pérdidas ocasionadas por el agua que ascienden a cerca de 4,5 millones de euros.

Los operarios trabajan durante todo el verano en la restauración del sótano del edificio para que el curso se inicie sin sobresaltos, y para ello será necesario una redistribución de los espacios. Sobre todo, de cara al futuro y para poner a salvo los equipos más sensibles. El departamento más afectado, el de Teoría de la Señal y las Comunicaciones, pasará ahora a los módulos 9 y 10, en la planta de la entrada principal del edificio, con lo que sube una planta. La sala de lectura, la delegación de alumnos, varias clases y despachos que ocupaban este espacio pasarán ahora a la zona que libera Teoría de la Señal, y otros despachos serán redistribuidos por todo el edificio.

Con ello se pretende evitar que nuevas avenidas de agua por el desbordamiento del río acaben destrozando un material que será difícil reponer, toda vez que en si día fue adquirido gracias a ayudas externas a la Universidad. Sólo los laboratorios del área de Teoría de la Señal superaron los 1,2 millones de euros de pérdidas, con la cámara anecoica echada a perder y numeroso material sensible estropeado.

Los laboratorios de la Escuela Politécnica de Ingeniería ubicados en el sótano, por debajo del nivel freático, han sido considerados un peligro de cara al futuro, y por ello el rector de la Universidad, Santiago García Granda, proponía días atrás acometer una obra para elevar en un metro el suelo de los laboratorios. Una propuesta que, de momento, es acogida con cautela desde la Politécnica por su complejidad.