El padre Fidel Gil, párroco carmelita de Nuestra Señora de Begoña levantó los brazos al cielo mostrando una gran fotografía de "las letronas" de Gijón como "símbolo de una ciudad de corazón universal y puertas abiertas, orgullo para quien en ella vive" ante la emoción de decenas de feligreses. Antes había recogido la bandera rojiblanca de Gijón de manos de una pequeña vestida de asturiana y luego llegarían el pan y el vino y una danza "con sabor a cariño y alegría". Eran las ofrendas que Gijón dejó a los pies de su patrona en el acto religioso central de sus fiestas.

Los bailes de los integrantes del grupo folclórico "Xiringüelu" y las voces de la coral "Costa Verde" acompañaron a los fieles, entre los que destacó en primera fila la presencia de la alcaldesa, Carmen Moriyón, y la casi totalidad del gobierno forista. Para Moriyón tuvo un guiño de despedida el párroco de Begoña haciéndose eco del salto de la regidora municipal a la política regional. "Nos llegan rumores de que le ofrecen un cargo de mayor importancia. Sea lo que sea y decida lo que decida le deseamos lo mejor y aquí siempre será bienvenida", dijo Gil. A la misa también asistió el edil popular Manuel del Castillo y quien fuera su antecesor en el grupo municipal y luego delegado del Gobierno, Mariano Marín. Ni Foro ni PP votaron el pasado día uno en el Pleno a favor de elaborar un reglamento orgánico de laicidad que restrinja la participación de los munícipes gijoneses en actos religiosos. Propuesta que fue aprobada por mayoría gracias a los votos de los tres partidos de la izquierdas.

La mayor de las emociones de toda la celebración la puso el padre Manuel Ordóñez en su regreso a la parroquia tras cerca de un año de ausencia por motivos de salud. "Quería deciros lo mucho que habéis significado para mi durante los nueve años que estuve en este Xixón del alma", inició conmovido su prédica. "Hoy es la fiesta del triunfo final de María pero también de nuestra esperanza", dijo antes de pedir a todos seguir el ejemplo de quien "fue hasta la casa de su prima Isabel para hacer de chacha. Nos han enseñado a sobresalir y trepar por encima de los demás pero María lo que nos enseña es a ser la chacha de todos y llevar la alegría a los demás". Ese fue el mensaje de Begoña a sus hijos de Gijón.