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Cimavilla, la niña bonita cuestionada

El casco histórico recibe un tratamiento singular como área de prioridad residencial con un diseño de obras de 15,6 millones

Una concentración de motos en Cimavilla. JUAN PLAZA

Cimavilla tiene un protagonismo especial en el nuevo Plan de Movilidad. Tan especial que conforma en exclusiva una de las cuatro áreas en que el Plan divide Gijón: el área de prioridad residencial de Cimavilla. La implantación de esa área, que conlleva un alto nivel de restricción del uso del vehículo privado, tiene un coste estimado de 15.615.600 euros: 15.000 euros para el estudio de viabilidad, 150.000 euros para el proyecto de ejecución y 15.450.600 euros para la ejecución de las obras contabilizando la necesidad de actuar en 330.000 metros cuadrados a un precio medio de 46,82 euros el metro cuadrado. El Plan justifica esa prioridad por su carácter de "espacio simbólico" como centro histórico y por ser, "junto con el centro, el corazón de la ciudad".

Pero no todos lo ven tan claro. El Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias pone en entredicho en su paquete de alegaciones la idoneidad de dedicar al Barrio Alto un esfuerzo económico tan grande respecto al resto de barrios y parroquias de la ciudad. Sobre todo teniendo en cuenta su escasa dimensión territorial, su población reducida y el hecho de que su propio físico hace que las acciones que allí se acometan tengan una nula repercusión para la movilidad de la ciudad.

Los arquitectos recuerdan que Cimavilla ha tenido en los últimos 35 años una fuerte inversión urbanizadora, que es la ciudad donde más peatonalizaciones se han ejecutado y que "está lejos de tener un problema de movilidad más allá de desniveles entre zonas de rodadura y aceras, comunes a todos los barrios de la ciudad". Las carencias del casco histórico, entienden, están en el mal estado de conservación de muchos edificios, su incomunicación al estar rodeada de mar, la falta de diversidad de actividades urbanas y una falta de criterio y rigor en implantar usos.

¿Cuales son las medidas para propiciar esa área de prioridad residencial? El punto de partida físico es la generalización de la plataforma única (aceras y calzada) de convivencia para evitar problemas de accesibilidad y favorecer los desplazamientos a pie. En cuanto al tráfico rodado, con carácter general, será una zona 20 con la aplicación del límite de velocidad de 20 kilómetros/hora y elementos físicos de calmado del tráfico en las zonas de más conflicto. A 30 kilómetros se elevará la velocidad en el previsto circuito de entrada y salida pensado para el transporte colectivo y los vehículos de no residentes.

Más medidas: eliminación de obstáculos con reubicación de arbolado y mobiliario urbano, ampliación de aceras, mejoras en la visibilidad de las intersecciones, adaptación de áreas y pasos para las personas con movilidad reducida y utilización de pasillos rodantes planos u otros sistemas para la superación de pendientes de entre 6 y 12 grados. El Plan propone también fijar una gestión adecuada de los aparcamientos en superficie e incluye el barrio en el itinerario de una nueva línea circular del autobús municipal.

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