Restos de escombros de obras, neumáticos, techumbres en peligro de derrumbe al haberse cortado parte de las vigas que las sostienen, colchones de todos los tamaños, huellas de fiestas, chapas de uralita... y las antiguas oficinas reconvertidas en un foco de infravivienda. Esa es la realidad de las instalaciones que ocupara hasta hace una década la firma Rubiera Predisa, entre Contrueces y Ceares, y que ahora son un vertedero ilegal de grandes dimensiones y un foco de inseguridad e insalubridad. Todo ello sin ninguna cortapisa en el acceso. Nada impide el paso ni a personas que buscan algún material que reutilizar, ni a camiones con volquete que tiran basura, ni a paseantes con sus perros. Que de todo han visto los vecinos del entorno.

Hasta allí se desplazaban ayer los ediles socialistas Marina Pineda, César González y José Ramón García para denunciar la situación de manera pública y exigir que desde el servicio de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento se requiera al propietario que asume la limpieza y cierre de la instalación. Si no lo hiciera, el PSOE entiende que debe hacerlo el Ayuntamiento de manera directa y sin esperar demasiado ante el riesgo evidente de derrumbes, incendio de las naves y daños a las personas que van por allí. Tras la quiebra de la empresa sus activos pasaron a Solvia y la Sareb. Hay dudas de que se haya formalizado ya el traspaso de la propiedad de ese terreno.

Pineda recordó que, tras el último Pleno ordinario, se está a la espera de la respuesta del gobierno forista a la aprobación de la iniciativa socialista de diseñar un paquete de medidas para mejorar el servicio de Disciplina Urbanística y al compromiso anunciado por el concejal del área, Fernando Couto, de poner en marcha una oficina específica. "Esperamos sea una oficina con dotación de personal y medios materiales para hacer su trabajo y no una oficina fantasma como la del Plan General. No se puede tolerar que en Gijón haya espacios como éste", sentenció Pineda.

La concejala hizo referencia también a los problemas medioambientales evidentes porque "no sabemos qué tipo de residuos hay pero lo que sí sabemos que hay son montones de uralita de los tejados de las naves y que la uralita es la principal fuente de amianto. Un material muy peligroso y cuya manipulación necesita un cuidado extremo".

"Luego lo lamentamos"

"Luego lo lamentamos"Pero el problema tiene también una derivada social importante ante el hecho de que hay personas viviendo en las instalaciones de la fábrica. "Esto es un foco de infravivienda y hay que darle una solución. No sacarlos de aquí para llevarlos a otros sitios. Hay que dar una atención seria a estos problemas. Las personas que viven aquí no es que estén en malas condiciones es que están en riesgo. La ruina evidente de las instalaciones puede provocar un accidente cualquier día. Luego lo lamentamos...", sentenció el edil socialista José Ramón García.

"Esto es un patio de recreo. Aquí vienen niños, vienen chavaletes. Sólo hay que ver que está lleno de pintadas. No puede ser. Aquí hay riesgos evidentes", concretó García recordando tanto las posibles caídas en fosos de gran profundidad como el riesgo de que se caigan sobre alguien los restos de los techos de naves a las que van quitando sujeciones quienes buscan chatarra.

El PSOE preguntara en comisión sobre la situación de la propiedad y las medidas a acometer. "Que no pase como en la nave de Carrocerías Miranda que tuvo que haber un incendio para que el Ayuntamiento tomara cartas en el asunto", reprochan.