Los tres atracos perpetrados en las dos últimas semanas por la banda del Este revelan el mismo "modus operandi". Tanto en Sidra Menéndez la madrugada del 18 como en Sidra Frutos y la casa de Quintueles el miércoles, los ladrones buscaban como víctimas a personas de edad, y como botín querían joyas y dinero.

Con los inquilinos en casa. Los cacos entran siempre de madrugada, buscando a propósito que estén los inquilinos dentro de la vivienda. En la mayoría de los casos se tratan de personas mayores e indefensas. Esta coincidencia es muy poco habitual en este tipo de bandas itinerantes. Son tan sigilosos para entrar que llegan hasta las habitaciones sin ser descubiertos.

Amenazas de muerte. Utilizan un objeto (barra de hierro, destornillador, navaja...) para atemorizar a los propietarios.

Son violentos. Les golpean la mayoría de veces para amedentrarlos. Tanto al lagarero Sabino Menéndez como a Gustavo Costales les atizaron al intentar defenderse.

Lo revuelven todo. Vacían cajones y armarios, pero quieren dinero y joyas, ya que son fáciles de transportar. En las tres viviendas buscaban la caja fuerte.

Cortan las líneas de teléfono. Antes de marchar se ocupan de cortar los cables del fijo y se apoderan de todos los móviles para dejar a sus víctimas incomunicadas y así ganar tiempo para huir.