Cándido Méndez, el que fuera secretario general de UGT entre 1994 y 2016, advirtió ayer en Gijón que las heridas "seguirán supurando" mientras no se reconozcan a las víctimas de la dictadura española. "Franco o fue un mal general o fue un asesino consciente o fue un incompetente. Efectuó una venganza fría contra su propio pueblo", criticó en la jornada inaugural de la Escuela Internacional de Verano de UGT, en la que trató de resumir en menos de una hora los 130 años de historia del sindicato.

"Sus fundadores construyeron una sociedad alternativa a la que les tocaba vivir en 1888", subrayó. Entonces, era una organización "vinculada a la industria y a los servicios, no a la agricultura, y muy masculina", recordó. Méndez señaló en el acto que en 1890, mientras que en España aún estaba naciendo un sindicato y un partido obrero, en Alemania el partido democrático "ya tenía un 25% de representación" en la Cámara. Uno de los hechos claves en la evolución del sindicato fue, a juicio de Méndez, su "fortalecimiento organizativo" en los noventa.

Sobre los 130 años del sindicato, el secretario general en Asturias, Javier Fernández Lanero, dijo que "contribuyó de manera decisiva a construir una sociedad más justa". "Antes de que naciese UGT no había ningún derecho laboral. Siempre hemos dado la cara", reivindicó para destacar a continuación que su papel "sigue siendo hoy más importante que nunca" para solucionar problemas como el de la inmigración, la violencia de género, la precariedad laboral, la descarbonización...