Los tres meses de lucha han tenido su recompensa. El pequeño gijonés Lucas Parrondo, de 3 años y que padece síndrome de Down, podrá finalmente ir al mismo colegio que su hermana, el Eduardo Martínez Torner. Y lo hará además "con todos los apoyos necesarios", a saber un fisioterapeuta, un pedagogo terapéutico, un logopeda y el auxiliar educativo que en un primer momento no le garantizaban y por cuya carencia le habían derivado al colegio Príncipe de Asturias, una decisión ahora revocada. La familia se mostró ayer "muy contenta" por la buena nueva.