La playa de San Lorenzo sigue dando quebraderos de cabeza a los veraneantes en estos últimos días de estío. Las corrientes marinas han desdibujado el principal arenal urbano de Gijón y en el día de ayer varias escaleras, situadas entre la 9 y la 12, permanecían cerradas al público. El movimiento de arena ha dejado desnudas las gradas sobre la que se asientan los escalones, lo que dificulta su tránsito para los usuarios. En el día de ayer nuevamente los bañistas tuvieron que situarse más allá de la caseta de salvamento, es decir, pasada la escalera número 12 de la playa.

El Ayuntamiento de Gijón no tiene prevista aún una nueva actuación y está a la espera de lo que el Observatorio de la playa de San Lorenzo determine en nueva fecha. Este foro de encuentro para el análisis del principal arenal gijonés, formado ahora hace cinco años, encargó tres estudios para el diagnóstico de la playa, el último hace apenas 3 meses, concretamente en mayo. El estudio de los yacimientos de áridos para la regeneración de la playa de San Lorenzo determinó que no existe pérdida de arena, sino que lo que ocurre es un movimiento debido a las mareas que sufren todos los "sistemas vivos", como por ejemplo las playas.

Según este estudio,pese a que Gijón sufrió nueve temporales de cierta intensidad durante los meses de abril y mayo el arenal no sufrió demasiado sus efectos. Tras el invierno sí que se observó una pérdida de sedimento en las zonas centrales de la playa de San Lorenzo, en concreto, 9.730 metros cúbicos de descenso en volumen sedimentario, lo que sin embargo no afecta en demasía a los centímetros de arena.

Por el contrario, y siempre según el estudio del Observatorio San Lorenzo, la playa ganó 11.438 metros cúbicos de arena en las zonas más occidentales y aquellas que están pegadas a la línea de agua. Esa ganancia fue la utilizada para mejorar la zona del Tostaderu. Según este estudio de los yacimientos de arenas, la playa de San Lorenzo ganó un total de 1.708 metros cúbicos. Con todos estos datos el Observatorio concluye que el principal arenal gijonés contiene un volumen sedimentario muy superior al de hace tres años, aunque con el sedimento más repartido.

"Todo este material retirado por el oleaje se encuentra acumulado en la zona intermareal y submareal del sistema, de modo que, durante los próximos meses se debería de ir incorporando de forma natural a la zona de supramareal e intermareal", se explica en el documento del Observatorio. Así mismo, en caso de que el pronóstico no se cumpla, este órgano municipal debería analizar la pérdida sedimentaria para volver a dar equilibrio a la playa gijonesa, lo que no se haría antes del mes de noviembre.

Según el servicio de medioambiente del Ayuntamiento de Gijón, la dejadez de Demarcación de Costas ha provocado que tenga que ser el propio Consistorio local el que se haga cargo de labores y tareas en el arenal que no le competen. Los estudios topográficos y las actividades del Observatorio no impiden que los usuarios de la playa de San Lorenzo sigan encontrándose con dificultades para disfrutar del arenal en la recta final del verano. Durante los últimos meses han sido muchos los gijoneses que se han quejado de la falta de arena que les tiene "como sardinas en lata", debido al poco espacio que queda en la playa al subir la marea. Los bañistas se quejan además de que "con más de 20 escaleras solo podamos utilizar tres de ellas para disfrutar de los pocos días de sol que tenemos".