En mayo de 2007, el joven coreógrafo belga Sidi Larbi Cherkaoui visitó por primera vez el Templo de Shaolin, en China, hogar de monjes budistas desde el 495 antes de Cristo. Fue un viaje iniciático que se convirtió en una experiencia sensorial completamente distinta a todo lo que había vivido antes y que le dio las claves para montar un espectáculo único que llega al Teatro Jovellanos de Gijón el próximo 9 de octubre.

Inspirado en la figura de Bruce Lee y en la habilidad, fuerza y espiritualidad de aquel entorno, Cherkaoui, ayudado por el escultor Antony Gormley y el compositor Szymon Brzóska han alumbrado una coreografía sobre todo mística, que trasciende el del cuerpo, la tradición y la modernidad.

Sobre el escenario los creadores del espectáculo colocan 21 cajas de madera altas como hombres. Una serie de cajas que son al mismo tiempo camas, ataúdes, paredes y templos, que están llenas o vacías y que esconden posibilidades infinitas. El poder de la meditación, la energía de las emociones, las artes marciales y el budismo dan cuerpo a un espectáculo titulado "Sutra", que es el nombre que reciben los textos del hinduismo y el budismo que reúnen las enseñanzas en relación con un determinado aspecto de estas religiones.

Un momento de reflexión lleno de fuerza contenida que se podrá disfrutar a un precio de entre 25 y 18 euros. Será lo que cueste transportase de la mano de la danza al Monasterio Shaolin, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad el 31 de julio de 2010, se encuentra en una montaña en la provincia de Henan y se mantiene con actividad desde hace más de 1.600 años.

Un pedazo de esa filosofía aterriza en la ciudad de Gijón dentro de una gira mundial que ha visitado buena parte del mundo con escalas en urbes como Singapur, Nueva Zelanda, México y Estados Unidos. Visitado por 160.000 personas en todo el mundo, en un total de 60 escenarios de 28 países, en todos ellos con exitosas críticas. Piruetas imposibles y movimientos de artes marciales sin necesidad de pensar que haya que dar sopapos.