Se apoderó de varias joyas que no eran suyas y después, para sacar la mayor rentabilidad posible, acudió a una tienda de compraventa para revender su botín. Firmó y enseñó su carné de identidad para lograr dinero a cambio sin reparar en que esa sería la principal prueba de cargo para condenarla.

Una mujer ha sido condenada en Gijón a diez meses de cárcel por un delito de hurto tras apoderarse indebidamente las joyas. La mujer, que deberá indemnizar a su víctima con 721,70 euros, recurrió el fallo condenatorio alegando una serie de pretextos que han sido desestimados.

Uno de ellos fue que alguien le había robado su DNI y se había hecho pasar por ella, algo que desestima el juzgado al no constar denuncia alguna de ese supuesto robo del carné de identidad. La sentencia, añade además, que "las tres detenciones anteriores por falsificación de moneda, reclamación y apropiación indebida no vienen a reforzar su credibilidad".