Bolsos, pulseras, collares, piedras pintadas, maderas, peluches y hasta libros reutilizados. Estas fueron algunas de las propuestas que 29 mujeres artesanas de Asturias llevaron ayer al mercadillo instalado por la Asociación Cultural D'Aky en la ciudadela "Celestino Solar". Una actividad que sirve para proyectar las creaciones manuales de estas artistas y también para revitalizar y descubrir uno de los emblemas de Gijón más desconocidos, hasta por sus propios ciudadanos, como es la ciudadela de la calle Capua. "Aquí todo es cultura, lo que hacen ellas y este espacio público tan bonito que no es lo suficientemente conocido, es una forma de que los visitantes lo descubran", explica Pilar Sánchez Álvarez, presidenta de la asociación y organizadora del mercadillo.

Durante toda la jornada dominical decenas de curiosos se acercaron a descubrir las creaciones manuales confeccionadas con mimo por casi una treintena de mujeres artesanas. La oferta era muy amplia. Amplísima. Como por ejemplo la propuesta de Luisa Lobo, que desde hace un año se dedica a la reutilización de libros antiguos que se encuentran deteriorados, les faltan páginas o son de imposible lectura. Ella los convierte en adornos y hasta útiles como cuelga llaves, percheros o incluso carteras. "Empecé unas navidades, que se lo regalé a varios familiares y me animaron a venderlos", explica esta joven que "hasta he cogido libros de la basura para poder reutilizarlos". ¿Cómo lo hace? Pega con cola todas las páginas, los adorna con motivos de decoración, dibujos, telas o maderas y luego les coloca unos enganches para poder colgarlos en la pared de casa.

La ciudadela "Celestino Solar" también fue testigo de otras creaciones más típicas de los mercadillos como son las prendas de vestir o la bisutería, en algunos casos realizada con técnicas bien antiguas. Es el caso de la pintora y escultora Covadonga de Viedma, que utiliza para su joyería la técnica de la cera perdida. "Es una técnica muy antigua, que ya se empleaba en la edad de los metales y a la que yo recurro en la escultura que hago", sostiene la artista. Un día pensó en aplicarlo a la joyería y ahora tiene tres temáticas a la venta como son motivos relacionados el mundo marino, especialmente los corales, la cultura prehispánica -como homenaje a los años vividos en México- y la cultura vikinga.

Muchos de los asistentes ayer aprovecharon para descubrir cada rincón de la ciudadela, algo que deja satisfecha a la promotora Pilar Sánchez. "Entró gente que decía 'mira qué bonito', no lo conocía, y eso es importante y uno de los objetivos que buscaba". Por ejemplo, es el caso de Susana Suárez y su hija, Alba Argüelles, que además de comprar una pulsera en el puesto de Pili Roza, visitó la recreación de las antiguas viviendas obreras de Asturias. "Es la primera vez que vengo y lo veo muy bien, muy interesante porque es una forma de ayudar a que vengamos a ver el museo", apuntó Susana Suárez tras sus compras.

El de ayer fue el segundo mercadillo puramente femenino organizado en la ciudadela y no descartan un tercero antes de concluir el año. "Nosotras también somos mujeres obreras, y qué mejor sitio que esta ciudadela", advirtió Pilar Sánchez, que ya ha comenzado a pensar en nuevas actividades para este mercadillo.