Familiares y amigos del gijonés Carlos Álvarez Ramos, de 56 años, continúan todavía preguntándose qué le pudo pasar a este experimentado montañero que falleció este fin de semana en la zona de La Escampada (cerca de localidad de Tielve) tras caer de una altura de unos cien metros cuanto realizaba una ruta por los Picos de Europa, desde Arenas de Cabrales, en compañía de su mujer, Elda T. G., de 55 años, que ya está fuera de peligro y ayer fue trasladada a planta. "Ahora todo son conjeturas, no sabemos qué ha podido pasar", lamentaba ayer su cuñado, Benito Pastor, a la puerta del velatorio, instalado en el tanatorio de Gijón-Cabueñes.

La incredulidad de sus más allegados ante el trágico suceso se justifica por la amplia experiencia que durante años había desarrollado Carlos Álvarez Ramos. "Llevaba muchísimos años escalando y haciendo trails (carreras por la montaña) y era una persona experimentada y tremendamente prudente", valora el propio Benito Pastor, que preside desde hace tres años y medio el equipo "Run04", al que pertenecían tanto la víctima como su esposa. ¿Qué pudo pasar? "Es prematuro, solo sabemos que cayó por una canal y que había mucha niebla, pero no sabemos cómo llegaron allí, ni cómo se cayó, ni nada; ni siquiera sabemos a qué hora habían empezado la ruta y por donde fueron", explican los familiares del gijonés fallecido.

Carlos Álvarez y su mujer iniciaron el sábado una ruta desde Arenas de Cabrales y, según las primeras hipótesis, se vieron sorprendidos por la niebla y pudieron haberse desorientado por la zona. Al punto de perderse. La mujer alertó de su situación al 112 poco después de las nueve de la noche, pero la densa niebla dificultó las labores de rescate en la que participaron numerosos miembros de los equipos de rescate. Una búsqueda infructuosa que se retomó a la mañana siguiente. Cuando les localizaron, poco antes de las diez de la mañana, Carlos Álvarez ya estaba sin vida, mientras que su mujer, fuera de peligro, sufría policontusiones que no revestían de gravedad aunque sí presentaba un estado de gran ansiedad. De hecho, a lo largo del día de ayer fue trasladada a planta, donde trata de asimilar todo lo ocurrido este pasado fin de semana.

Las hipótesis sobre lo ocurrido tendrán respuesta, presuntamente, una vez que los investigadores tengan todos los datos disponibles. "Hasta que no llegue el informe definitivo de la Guardia Civil para poder despejar todas la dudas no sabremos qué les pasó", indicó Benito Pastor.

Carlos Álvarez era "una buena persona, buen amigo y muy querido, es una tragedia", apuntó su cuñado. También fue respetado en el mundo del deporte y apreciado por quienes le conocieron. Regentó durante años el "Mesón Urquijo", en el barrio gijonés de La Arena y, desde hacía tiempo, era el gerente de una empresa dedicada a la instalación de calefacciones. Esta tarde, a las 19 horas, está prevista la celebración de la palabra en la capilla del tanatorio de Gijón-Cabueñes, donde a continuación sus restos mortales serán incinerados.