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Más de 350 alumnos de la Politécnica acceden cada año a prácticas de empresa

Las compañías estrechan la relación con la Escuela en busca de jóvenes talentos para desempeñar las nuevas tareas de la industria 4.0

La recepción de los nuevos alumnos de este curso, la semana pasada. JUAN PLAZA

El sector industrial está cambiando a pasos agigantados y las empresas necesitan cubrir los nuevos puestos y tareas que surgen en la denominada industria 4.0. En este contexto, las compañías estrechan sus relaciones con la Escuela Politécnica de Ingeniería, que se ha convertido en un caladero fundamental de talento en los últimos tiempos. Cada año se gestionan desde el centro más de 350 prácticas, una cifra que, tal y como señala la Subdirectora de Estudiantes y Relaciones con la Empresa, Inés Suárez, no deja de crecer.

Además, las empresas que buscan alumnos en la Politécnica "son de sectores cada vez más variados, y de todo tipo: desde grandes empresas hasta compañías pequeñas y medianas", explica Inés Suárez, quien llama la atención sobre la oportunidad que supone para los jóvenes el hecho de poder hacer las prácticas en una empresa de pequeño tamaño. "No por estar en pequeñas empresas se aprende menos, al contrario, tenemos la experiencia de que se les saca más rendimiento", defiende.

En un contexto de colaboración creciente entre las entidades, "lo raro es encontrar una empresa que no tenga convenio con la Escuela Politécnica", asegura la responsable de Estudiantes. Y en esa misma línea se está dando un fenómeno de movilidad cada vez mayor: "los alumnos están concienciados con la necesidad de salir, y cada vez son más los que hacen las prácticas fuera de Asturias, y también en países del extranjero".

La mitad de las prácticas que se cubren cada año se corresponden con alumnos que cursan la asignatura, mientras que el resto "son prácticas que se buscan los propios alumno sen las empresas, y eso es algo que precisamente las compañías valoran cada vez más, la iniciativa y las ganas de trabajar", explica la subdirectora.

De hecho, en cada vez más casos las empresas ofrecen a los jóvenes estudiantes prácticas extracurriculares, más allá de las que les hacen falta normativamente para rellenenar el expediente, y eb muchos casos esas prácticas acaban en contratos laborales.

Es algo que, como recalca Inés Suárez, cada vez se da más en el sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, aunque "también en otros grados es frecuente que los alumnos acaben trabajando para las empresas que en su día les ofertaron prácticas. Y a ello ayuda la "buena valoración" que, como asegura la responsable de la Escuela, tienen las empresas hacia la formación que se imparte en el centro gijonés.

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