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La bióloga que recogía fósiles en el pedreru

Eva María Llera, exdirectora general de Pesca, rememora el Nobel de la Juventud que obtuvo en 1971 por un trabajo sobre los ammonites

Eva María Llera. ÁNGEL GONZÁLEZ

Eva María Llera González es exdirectora General de Pesca Marítima y exjefa Departamento de Algas Marinas del Principado, y su labor al frente de este departamento durante varios años es bien conocida. Pero lo que poca gente sabe es que en su extenso currículum se cuenta también un premio singular: el premio Nobel de la Juventud concedido a nivel mundial en el año 1971.

Llera participa estos días en el Congreso Internacional de Bioética, en el que hoy presenta una mesa sobre "Progreso, dificultades y cambios en la protección del medio ambiente", una buena oportunidad para recordar un galardón obtenido por un estudio sobre ammonites.

"El premio lo recibí junto con el que entonces era mi novio. Mi padre, que era de Colunga y conocía muy bien el pedreru y la playa, descubrió un día unos caracoles en pirita que llamaban mucho la atención porque parecían de oro. Los recogió y nosotros, que empezábamos Biológicas, los estudiamos y descubrimos que aparte de estar recubiertos de pirita, sulfuro de hierro y azufre, lo importante es que las partes carnosas del animal también estaban fosilizadas", recuerda Eva Llera. Este descubrimiento dio lugar a una publicación titulada "Ammonoideos de una población fósil" en la que estudiaron a fondo un fenómeno que "no es frecuente, suelen fosilizarse los huesos, las conchas, los esqueletos, pero la carne no. Y eso dio lugar a un proyecto que presentamos al premio Nobel de la Juventud que estaba avalado por Phillips Ibérica. El premio fue a nivel mundial, ganamos en España y en Holanda; era el tercer premio de los cinco que se llegaron a conceder antes de que el galardón perdiera el patrocinio", explica Eva María Llera.

Más valor

En aquel momento el galardón supuso "un gran auge, pero éramos muy jóvenes y quizás nos dejamos llevar y no le dimos toda la importancia que merecía. Sí que se presentó en varias Universidades, pero creo que en comparación con otras cosas, la ciencia y la investigación no se valoran como se debería, no hay más que ver lo que ocurre con el fútbol y los futbolistas", critica la científica, consciente de las necesidades en investigación.

Después, y durante 35 años, Llera se dedicó al estudio y catalogación de las algas marinas, "que están presentes en todos los aspectos de la vida", sostiene. "Como yo digo a los chavales en las charlas, cuando se beben un botellín de agua, las algas y sus componentes están presentes en todos los pasos: desde el plástico con que se elabora la botella hasta la etiqueta y el filtrado del agua". Un mundo al que "también hay que darle el peso que se merece en el contexto científico".

El Congreso de Bioética celebra hoy su última sesión con una ronda de presentaciones de estudiantes de varios centros asturianos sobre la conservación del medio ambiente, juventud y nuevas políticas.

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