Quería comprobar la correspondencia en su antiguo domicilio y no se le ocurrió otra cosa que reventar el buzón por la fuerza. Lo hizo hasta en tres ocasiones y apoderándose incluso de las cartas que no era suyas, justo hasta acabar detenida por la Policía Nacional como autora de un delito de daños. Esta mujer, de 69 años, ya tenía antecedentes previos por hurto y daños.

La mujer detenida había vivido en esa casa con anterioridad y "se creía con el derecho de recoger la correspondencia del buzón aunque no viniera a su nombre", explican fuentes policiales. La investigación policial se inició a raíz de la denuncia presentada por el dueño de una vivienda ubica en el centro de la ciudad, en la que aseguró que le había sustraído el correo personal y le habían forzado el buzón hasta en tres ocasiones. Lo arreglaba, pero volvía a aparecer abierto y sin nada dentro. Ni siquiera quedaba la propaganda en el interior.

El gijonés afectado decidió poner remedio a la situación y optó por cambiar el bombín de la cerradura para preservar su intimidad y el secreto de las comunicaciones. No tuvo éxito. Tras el primer cambio, volvió a comprobar que le habían forzado de nuevo la cerradura. "Así sucesivamente en los últimos veinte días", explican los investigadores.

Los policías visionaron las grabaciones del circuito cerrado de seguridad instalado en el portal del inmueble y observaron que la autora de los daños y de la sustracción del contenido del buzón era siempre la misma mujer, que en todas las ocasiones accedía al portal con su propia llave.

Los trabajos policiales para identificar a la autora permitieron averiguar que se trataba de la anterior inquilina de ese piso, que seguía teniendo ese domicilio para sus notificaciones personales y a la que no se le ocurrió otro sistema que violentar el buzón del nuevo propietario para hacerse con su correo que, de otro modo era devuelto al cartero por no residir esa mujer en el inmueble.

La arrestada de 69 años , vecina de Gijón ya tenía antecedentes por hurto y daños.