La pérdida del jurista, catedrático y exministro de Educación con Adolfo Suárez, Aurelio Menéndez, a los 90 años el pasado enero, dejaba en el limbo el premio que lleva su nombre -y el de su mujer, Mercedes García Quintana- y con el que cada año el Real Instituto de Jovellanos distingue a sus alumnos con mejores expedientes académicos. La familia del jurista salió rápidamente a la palestra para garantizar que, pese a la pérdida de Menéndez, el galardón siguiese en pie. Al menos por cinco años más.

Son once las ediciones que ayer se celebraban en el salón de actos del IES Jovellanos de Gijón. La oportunidad se aprovechó además para dar el pistoletazo de salida al año escolar. En una sala abarrotada y con la presencia de los alumnos de bachillerato que ahora comienzan su última fase educativa antes de la Universidad, Carmen Gallardo y Marta Morís subieron juntas al escenario para recibir un premio "por su constancia y por su sacrificio", valoró María Milagros Madiedo, directora del IES Jovellanos. Las dos jóvenes, ya antiguas alumnas del centro gijonés, no pudieron aguantar la emoción al hablar para sus compañeros de pupitre.

"Ahora vuestra foto estará colgada en los pasillos del Jovellanos para que sirváis de ejemplo a los que vengan", explicó Madiedo. Martínez y Morís finalizaron sus estudios de bachillerato con una nota media de 10 en sus expedientes, algo que les hace valedoras del galardón y por le que recibirán mil euros cada una. "Estamos orgullosas de recibir una recompensa como esta", explicó Marta Morís. La gijonesa ha pasado a estudiar Medicina, su vocación desde pequeña mientras que su compañera, Carmen Gallardo, se ha decantado por la Biotecnología, "porque aúna lo mejor de las ciencias y la precisión de las matemáticas".

Catorce de los quince premiados han sido mujeres durante estos diez años de galardón. De recordarlo se encargaron las premiadas y de remarcarlo Gerardo Menéndez, hijo de Aurelio Menéndez y que ayer no quiso dejar de lado a las premiadas. Su familia ha querido seguir con la estela marcada por su padre y suya será la aportación anual para que la distinción perdure, al menos, los próximos cinco años.

El premio lleva, además del nombre del ex ministro gijonés, el de su mujer, Mercedes García Quintana, algo que quiso destacar también Benjamín Rivaya, profesor de Filosofía del Derecho y quien ayer impartió la lección inaugural del curso 2018-2019. Rivaya profundizó en la labor de la enseñanza y en el futuro de la educación. "Hay que leer más, pero no cualquier cosa, pregunten a los que saben, estudien y aprendan, el futuro es suyo", dijo a los estudiantes del Jovellanos.