En el año 2014 el gobierno del Principado aprobó una ley que permitía que las casas de apuestas abrieran sus locales físicos en localidades asturianas. Dos años después, en mayo de 2016 abrieron los primeros locales destinados al juego y a las apuestas deportivas presenciales. El sector fue muy crítico con la administración regional al retrasar dos años la licencia de apertura de este tipo de locales, algo que para los empresarios de las casas de apuestas dejaba al Principado por detrás del resto de España en este tipo de negocios, tan lucrativos.

Tras la apertura del primer local de apuestas en Gijón la proliferación de este tipo de establecimientos se ha multiplicado. En la actualidad son 12 los locales de Gijón en los que es posible apostar y dos más los que están a la espera de abrir sus puertas.

Sportium, Codere, Luckia y Retabet son las casas que operan en Gijón y que pueden encontrarse, no solo en locales a pie de calle, sino también en salas de juegos especiales, como los bingos. El mapa del concejo está salpicado de este tipo de negocios que van desde la Avenida Gaspar García Laviana en El Llano, la Avenida de Galicia, en La Calzada o la Avenida de la Constitución en la que se encuentran dos locales separados por solamente dos manzanas. En el centro de la ciudad, los locales específicos de apuestas conviven con las salas recreativas, los bingos y las salas "de máquinas". En la calle Corrida, sin ir más lejos.

Uno de los principales problemas que se encuentran algunos ayuntamientos en el resto del país es precisamente la localización de estas casas de apuestas. Muchas de ellas se introducen en los barrios donde la crisis económica ha causado mayores estragos.

El pasado año se modificó de nuevo la Ley del juego del Principado para simplificar la burocracia y por la que se eliminó la exigencia de contar con un documento profesional para desarrollar la actividad en empresas de juego y apuestas. La modificación se aprobó por unanimidad de todos los grupos parlamentarios con representación en la Cámara.

Asturias vive, de momento, una realidad diferente a la de comunidades próximas. En Galicia es posible encontrarse máquinas de apuestas deportivas en lugares que aquí no están aún permitidos, como bares, cafeterías y restaurantes.