Hace ahora dos semanas que Ana Relaño echaba en falta un trozo de su vida, "mi otra mitad". El jueves 13 de septiembre, mientras los vecinos de Cimadevilla celebraban las fiestas del barrio, como cada tarde, decenas de gijoneses paseaban a sus perros por el cerro de Santa Catalina. Entre ellos se encontraban Ana, unos amigos y con ellos, "Chigre", un cachorro de nueve meses y medio que le habían regalado hacía poco más de medio año. "Cuando comenzaron a sonar los voladores de las fiestas, "Chigre" se asustó, es pequeño pero muy fuerte y se soltó de mi mano, iba atado , pero no pude sostenerlo", explicaba la propietaria del can.

A las cuatro y media de la tarde de ayer varios paseantes escucharon unos ladridos que provenían de una zona del acantilado de difícil acceso. Tras avisar a la policía local y a los bomberos solo quedaba esperar. "Es increíble lo fuerte que es "Chigre", han pasado casi dos semanas y ahí está; solo espero que se encuentre bien, es muy bueno", afirma Ana mientras se abraza a unos amigos que no la han dejado sola un momento. Con ellos también aguardaban la espera "Sidra", la hermana de "Chigre", y "Kodan", su mejor amigo.

"He pasado por dos enfermedades muy duras y cuando me regalaron a "Chigre", me cambio el mundo, él me ha salvado la vida", cuenta Ana Relaño visiblemente emocionada mientras aguarda el rescate de su fiel amigo. Tal era el miedo a no volver a ver a "Chigre" que hace unos días adoptó una perra, "Xana", que ahora será "la hermanina del mayor". A eso de las seis de la tarde comenzaron a oírse ladridos cada vez más cercanos y los bomberos, que llevaban casi dos horas intentando rescatar a "Chigre", pudieron comunicar que el cachorro ya estaba a salvo.

"Chigre, eres un campeón", le gritaban quienes le esperaban en lo alto del cerro. Entre aplausos, vítores a los bomberos y algún que otro ladrido, "Chigre" se reencontró con su dueña, con "Sidra" y con "Kodan" ; y pudo conocer a su "hermana postiza", "Xana".

La historia del dificultoso rescate de este perro tiene final feliz, gracias al aplomo y al buen hacer de Miguel Junquera y Jorge Alonso "Chordi", los bomberos gijoneses que ayudaron a "Chigre" a volver con los suyos 13 días después de huir asustado del ruido de la pólvora de las fiestas de Cimadevilla.