El extenso legado del arquitecto gijonés Mariano Marín Rodríguez-Vivas (Gijón, 1926) se encuentra repartido por toda su ciudad natal y otras zonas de la región como patrimonio de todos los ciudadanos, pero ahora, y a modo de homenaje, se encuentra reunido en una exposición inaugurada ayer en el Colegio de Arquitectos de Gijón. "Su obra mejora el entorno urbano y nuestra vida", aseguró la decana Silvia Puente durante el homenaje a un arquitecto que destaca por "su profesionalidad y compromiso" con su profesión. Mariano Marín, por su parte, agradeció los aplausos y elogios con su sempiterna prudencia, modestia y elegancia.

La exposición -"Una vida en 35 obras"- repasa la trayectoria profesional de Mariano Marín a través de los proyectos más representativos de su obra en un periodo comprendido entre 1957 y 1995, especialmente y donde destaca el edificio donde se asienta el Club de Tenis de Gijón (construida en 1963), el singular edificio -por la singular terraza que sobresale- que hace esquina entre las calles Luciano Castañón y Uría o la estación de servicio "Mayfer", en la avenida de Portugal, construida en 1960. Pero también se han rescatado obras menos conocidas de Marín Rodríguez-Vivas como el refugio de montaña para la Agrupación Torrecerredo en el Puerto de San Isidro o el "Grupo Escolar de Aboño".

La dilatada trayectoria de Mariano Marín está ahora expuesta en diez paneles ubicados en la planta baja del Colegio de Arquitectos de Gijón, que el año pasado le distinguió con el Premio "Castelao" "por su trayectoria y su búsqueda de la excelencia". Una decena de paneles e los que "se analizan los edificios más destacados, agrupados por tipologías, junto a una descripción" de los mismos. En la muestra se incluye también abundante material gráfico como planos y fotografías antiguas y actuales de las edificaciones. No faltan otros documentos de interés como los dibujos originales de algunos de sus proyectos o incluso documentos privados del propio Mariano Marín, que ayer escuchó sonriente las felicitaciones de muchos amigos y colegas de profesión. "Sabíamos de su importante obra cuando recibió el Premio 'Castelar', pero al buscar con mayor profundidad para esta exposición, descubrimos que la realidad superó las expetativas iniciales", ensalzó la decana del colegio.

Mariano Marín, apasionado de la música, estudió en Madrid Arquitectura y profundizó en sus conocimientos en el Massachusetts Instituto of Technology de Boston para luego instalarse en Gijón, testigo de su más destacada obra. Ayer, estuvo arropado por su hijo Mariano Marín -presidente del PP de Gijón- y de la presidenta del PP regional, Mercedes Fernández, en otros rostros conocidos de la arquitectura asturiana.