La reapertura de la autopista del mar entre los puertos de Gijón y Nantes está por fin más cerca. La Unión Europea acaba de aprobar el proyecto presentado por la naviera Baleària conjuntamente con los puertos de El Musel, Nantes y Valencia y la empresa Gas Natural Fenosa, con cargo a los fondos comunitarios del programa CEF, destinados a favorecer el uso del gas natural en el transporte marítimo como combustible no contaminante.

La decisión europea supone que la naviera Baleària, una de las más importantes del país con notable presencia en el Mediterráneo de la mano de una importante flota de ferries, recibirá una subvención que podría ascender a 12 millones de euros para la remotorización de cinco de los barcos de que dispone la compañía, con motores alimentados por gas natural, menos contaminantes que los actuales, que utilizan el gasoil como combustible. El proyecto presentado el pasado mes de abril a la Unión Europea contemplaba que, en caso de que fuera aprobado por las instituciones comunitarias, Baleària se comprometía a destinar uno de esos cinco barcos a reabrir la ruta de la autopista del mar entre Gijón y Nantes. De manera que ahora la pelota queda en el tejado de la naviera balear.

Lo más probable es que Puertos del Estado, la administración regional y el Ayuntamiento de Gijón tengan que aportar fondos a la reapertura de la línea, ya que responsables de Baleària apuntaron hace meses que sería imposible garantizar la rentabilidad de la autopista del mar entre Gijón y Nantes solamente con la ayuda comunitaria de los fondos CEF. En este sentido, en una comparecencia en el Congreso de los Diputados en abril de este año, el entonces presidente del organismo autónomo Puertos del Estado, dependiente del ministerio de Fomento, José Llorca, anunció un acuerdo a tres bandas entre la entidad de la que estaba al frente, el Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Gijón para complementar las ayudas a la naviera. Según ese acuerdo, de la cantidad que se decida aportar, el cuarenta por ciento corresponderá a Puertos del Estado, otro porcentaje igual a la administración asturiana y el veinte por ciento restante a la autoridad municipal.

La autopista del mar ente Gijón y Nantes, la primera que se creó en la fachada atlántica, cerró en 2014 después de cuatro años en funcionamiento. La adjudicataria, la naviera francesa LD Lines, clausuró el enlace cuando se terminaron las subvenciones europeas del programa Marco Polo, que estuvieron vigentes entre 2007 y 2013. Durante cuatro años, los gobiernos de España y Francia aportaron 30 millones de euros para sostener la línea marítima.