La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Marqués de San Esteban, 27

Ya en colaboración con su hijo Juan Manuel, Del Busto proyectó en 1931 este magnífico inmueble Art-Decó destinado en origen a locales, oficinas -durante años tuvo en él su sede de la Delegación de Hacienda- y viviendas que ahora se está reconvirtiendo en hotel.

Si bien muestra un Decó muy característico de los Busto de referencias neoyorquinas, hay indicios que apuntan a que su compleja decoración precolombina tuvo inspiración en la de algunos pabellones de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.

Aún quedan unos meses para volver a ver -esperemos que sin distorsiones- su personal fachada y para conocer como se han adaptado sus espacios interiores. Sin duda que sus dos torres gemelas y los nuevos usos hoteleros lo convertirán en nuestro pequeño Waldorf Astoria, que no todo va a ser grandonismo.

En el n.º 8 de la calle Corrida, y hoy conocido por el nombre de la cafetería que albergó su planta baja en la segunda mitad del siglo XX, García de la Cruz hizo en 1905 otro de sus trabajos modernistas más reseñables, en este caso afín a la estética del Art-Nouveau franco-belga y del Liberty italiano. Es desatacable la calidad de las artes aplicadas del conjunto, caso del diseño de la puerta del portal, relieves escultóricos, miradores y rejerías.

Sucesivos recrecidos, el segundo se ha producido ahora, han modificado la volumetría original del edificio aunque consiguiendo una buena integración. La actual intervención, muy cuidada, queda lastrada por una coloración de los elementos ornamentales de la fachada bastante poco acertada.

En 2015 este edificio cumplió un siglo de servicio público en pleno proceso de remodelación y en los últimos meses -tras larga demora- ha comenzado a recuperar su actividad como centro polivalente de usos culturales.

Manuel del Busto lo proyectó en 1910 dentro de la estética del modernismo vienés atendiendo al uso de las mejores técnicas constructivas del momento y a la función del edificio, por lo que este se caracterizó por sus diáfanos y luminosos interiores. Sus fachadas cuajadas de ventanales hicieron que cuando se terminó se le bautizase popularmente como el "palacio de cristal".

Su rehabilitación ha logrado mantener la esencia del proyecto de Del Busto, si bien la desaparición de la placa inaugural de 1915, la intervención en la vidriera de la escalera y los ruidosos suelos instalados devalúan el resultado.

Compartir el artículo

stats